Las palmeras que bordean muchos bulevares en Estados Unidos, los setos que dividen jardines y parques, las bromelias y las orquídeas que se venden en los supermercados... buena parte se cultivan en Florida.
Pero los productores del “estado del Sol” están ahogándose porque nadie necesita una planta ornamental durante la pandemia.
"Este es el tiempo de la floración del hibisco. Si nosotros no vendemos eso, nos lo vamos a tener que comer en ensalada", dice Francisco González, el dueño de Primavera Nursery, un pequeño vivero en la ciudad floridiana de Homestead.
En esta localidad agrícola al sur de Miami se cultiva buena parte de las plantas ornamentales que vende Florida a constructores, paisajistas, supermercados y tiendas como los Home Depot y Walmart de todo el país.
Pero la pandemia, en su destructivo avance, ahogó también este sector justo cuando entraba en su temporada alta por el cambio de estación, porque marzo es el mes en que los consumidores del centro y norte del país comienzan a arreglar sus jardines.
"Todo el año esperando este momento y nos cae esta desgracia", se lamenta González, un guatemalteco de 46 años.
Su vivero tiene seis hectáreas y produce 70 variedades de plantas ornamentales, como el ficus, el crotón, la clusia, la heliconia... Nada que sea prioritario para los consumidores en tiempos de crisis sanitaria y compras nerviosas.
"El mes de abril estamos casi 60% por debajo de lo que deberíamos de estar", dice González, quien había hecho inversiones para aumentar la producción este año. "Deberíamos de estar, según la temporada, en 125% comparado al año pasado".
Desempleo rampante
Para capear el temporal, González redujo el horario de sus 11 trabajadores con el objetivo de extender sus empleos dos semanas más, pero teme que tendrá que despedirlos si el mercado no se reactiva. "Uno cruza los dedos para que alguien diga 'me voy'", dice.
"Con esta enfermedad, la gente de lo que menos se va a preocupar es de comprar este tipo de plantas. Todo el mercado se cayó. Esos son los primeros trabajadores que perdieron su trabajo", afirma Antonio Tovar, coordinador general de la Asociación Campesina de Florida.
"En lo que es ornamental, el 90% de los trabajadores perdieron su trabajo", manifiesta.
Sin embargo, es imposible calcular exactamente cuántos trabajadores del campo perdieron su empleo en Florida.
Es un secreto a voces que la gran mayoría son indocumentados, por tanto no se contabilizan, no acceden a beneficios de desempleo y no recibirán el cheque de ayuda federal con el retrato del presidente Donald Trump.
Desde que empezó la crisis derivada del coronavirus a mediados de marzo, 22 millones de estadounidenses han perdido su empleo.
Por favor, arregle su jardín
Un reporte del Departamento de Agricultura de mayo del 2019 indica que, a nivel nacional, California y Florida venden 45% de los US$ 4,770 millones que genera esta industria.
A nivel local, después del turismo, la agricultura es la segunda industria de Florida. Dentro de este sector, las plantas ornamentales ocupan el primer lugar con 28% de los ingresos, según la oficina de agricultura del estado.
"Pocas personas están al tanto de la importancia de lo que tienen en sus jardines, porque todo el mundo asocia Miami con Miami Beach, el turismo... pero es un gran motor económico", dice Vanessa Campoverde, una capacitadora especializada en plantas ornamentales del Instituto de Ciencias Agroalimentarias de la Universidad de Florida.
Y una reducción de la fuerza laboral afectará la salud y calidad de las plantas. "Si tienen dos o tres puntos en algunas hojas, o en las flores, te lo piensas dos veces antes de pagar el precio completo", dice.
¿Una solución? "Compre plantas ornamentales", pide Campoverde. "Haga un poco de jardinería. Detrás de cada cultivo, hay trabajadores del campo, hay familias que dependen de sus salarios".
Además de que la jardinería es buena para la salud mental, recuerda la experta, y sobre todo en esta época de confinamiento.