El martes, en la audiencia sobre su nominación para seguir cuatro años más al frente del banco central de Estados Unidos, Jerome Powell será interrogado sobre el cambio más brusco que haya experimentado la Reserva Federal hacia el ajuste monetario en décadas.
Si bien el presidente de la Fed, de 68 años, goza del apoyo generalizado de demócratas y republicanos, y se espera que su confirmación sea fácil, los miembros del Comité Bancario del Senado seguramente lo presionarán sobre sus puntos de vista sobre todo, desde cuándo comenzar a elevar las tasas de interés hasta si adoptar estándares de capital bancario vinculados a los riesgos climáticos. La audiencia comienza a las 10 a.m. en Washington.
“Se centrarán mucho en el estado de la política y hacia dónde cree que va”, dijo Tom Porcelli, economista jefe para Estados Unidos de RBC Capital Markets en Nueva York.
Las elecciones estatales celebradas hace dos meses “realmente llevaron a entender que la inflación importa”, dijo Porcelli, destacando la sensibilidad de los legisladores a los costos de vida antes de las elecciones legislativas de noviembre.
Tasas de interés
Los inversionistas están apostando a que la Fed comenzará a aumentar su tasa de referencia de los fondos federales en marzo, dos años después de reducirla a casi cero al inicio de la pandemia, en marzo del 2020.
Un informe del Departamento del Trabajo mostró el viernes que la tasa de desempleo de Estados Unidos cayó a 3.9% en diciembre, acercándose al mínimo del 3.5% previo a la pandemia, lo que reforzó las expectativas y causo que algunos economistas cambiaran sus pronósticos a un aumento de tasas en marzo.
En medio de preocupaciones generalizadas en Washington sobre la inflación, las actas de la reunión de política monetaria de la Fed del 14 y 15 de diciembre, publicadas el 5 de enero, revelaron que “varios” funcionarios también “consideran que las condiciones del mercado laboral ya son ampliamente compatibles con el empleo máximo”, el requisito previo final para seguir adelante con las alzas de tasas.
No obstante, el análisis es complicado porque el impacto de ómicron podría ser diferente al de la variante delta, según Aneta Markowska, economista financiera jefe de Jefferies en Nueva York. La nueva variante ha provocado alteraciones del mercado laboral más generalizadas debido a una transmisión más rápida que en el caso de delta.
Al mismo tiempo, se produce durante una desaceleración estacional de las presiones sobre los precios, a diferencia del delta, que golpeó justo cuando Estados Unidos estaba aumentando las importaciones antes de la temporada de compras navideñas.
Hoja de balance
Otra área potencial de preguntas está relacionada con las discusiones de los encargados de la política monetaria sobre cuándo y cómo reducir el tamaño del balance de la Fed, de US$ 8.8 billones. La presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, dijo el viernes que el banco central podría optar por iniciar el proceso después de uno o dos aumentos de tasas.
Ese cronograma sería bastante diferente al observado durante el ciclo de ajuste del 2015-2018, cuando los funcionarios de la Fed esperaron casi dos años después de la primera alza de tasas para comenzar a reducir el balance.
La urgencia refleja las crecientes preocupaciones “de que tal vez se hayan quedado atrás de la curva” para controlar la inflación, dijo Porcelli.
Powell también podría ser consultado acerca de la supervisión de las criptomonedas (ha respaldado la regulación de las criptomonedas estables) y la posible introducción de una versión digital del dólar.
Biden aún no ha anunciado su nominación para el cargo de vicepresidente de supervisión de la Fed, la persona clave del banco central cuando se trata de asuntos regulatorios, aunque la exgobernadora de la Fed Sarah Bloom Raskin es considerada como uno de los principales contendientes. Es probable que se planteen preguntas más detalladas en la audiencia de esa nominación.