Los operadores aumentaron este miércoles las apuestas a que la Reserva Federal (Fed) podría ofrecer un aumento de la tasa de interés aún mayor en su reunión de política monetaria a finales de este mes, después de que los últimos datos del gobierno mostraran que la inflación, que ya está en un máximo de 40 años, se acelera aún más.
Un grupo de banqueros centrales en las últimas dos semanas ya ha señalado su respaldo a un aumento de la tasa de 75 puntos básicos en su próxima reunión de política monetaria del 26 y 27 de julio, luego de un incremento de tamaño similar en su último encuentro en junio.
Después del informe que mostró que los precios de la gasolina, los alimentos y el alquiler impulsaron la inflación general un 9.1% el mes pasado, los operadores de futuros vinculados a la tasa de política monetaria de la Fed valoraron rápidamente una probabilidad de más de 40% de un aumento de 100 puntos básicos en la próxima reunión.
Eso fue más que una posibilidad entre nueve analistas antes del reporte, que también mostró una desaceleración de la inflación subyacente.
La leve disminución de la llamada inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, al 5.9% en los 12 meses a junio desde el 6% a mayo es menor de lo que esperaban los economistas. Ofrece poco consuelo al presidente de la Fed, Jerome Powell, quien probablemente se centre más bien en el continuo aumento de la llamada inflación general.
Esas presiones sobre los precios están avivando la preocupación de que, si la Fed no comienza a controlar la inflación pronto, las expectativas de las empresas y los consumidores de una tasa tórrida de aumentos de precios futuros podrían afianzarse, lo que obligaría al banco central a actuar de manera aún más agresiva.
“Realmente empuja a la Fed aún más al rincón en el que ha estado operando. Necesitan aumentar las tasas rápidamente y necesitan incrementarlas en grandes cantidades”, dijo Chris Zaccarelli, director de inversiones de Independent Advisor Alliance. “Desafortunadamente estábamos buscando buenas noticias y estas no son buenas noticias”.
El aumento de la inflación y la probable respuesta de la Fed en su intento de sofocarla aumenta la probabilidad de que el banco central frene con demasiada fuerza y lleve a la economía a la recesión, según un número cada vez mayor de analistas.
“Para la Fed, esta última lectura está muy lejos de ser una ‘evidencia convincente’ de que la inflación está bajando”, señaló Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon. “En general, creemos que la economía de Estados Unidos se encamina hacia una leve recesión a principios de año”.
La Fed comenzó a endurecer la política monetaria solo en marzo y ya elevó su tasa de referencia de préstamos a un día en 1.5 puntos porcentuales. Los mercados financieros ahora predicen que la tasa alcanzará el rango de 3.5%-3.75% para fin de año, por sobre lo que pronosticaron las propias autoridades de la Fed hace solo tres semanas.
Hasta ahora, un mercado laboral muy ajustado ha resistido esas rápidas subidas de tasas, y el desempleo se mantiene en el 3.6%, cerca de un mínimo histórico.