Los ciudadanos estadounidenses se asientan en México a tasas no vistas desde que se dispuso de datos comparables en el 2010, mientras que los permisos de residencia temporal en el país aumentaron un 85% con respecto al año anterior a la pandemia.
Al tiempo que las autoridades estadounidenses luchan por contener encuentros récord de migrantes en la frontera con México, su vecino del sur otorgó 8,412 permisos a estadounidenses hasta septiembre, en comparación con los 4,550 en los primeros tres trimestres del 2019, según un reporte de migración del Gobierno mexicano.
Sin embargo, ese número puede ser solo una fracción de la afluencia de expatriados estadounidenses, ya que México ha dicho durante años que la verdadera cifra de estadounidenses que se mudan a sus costas ha estado siempre subestimada. Este año, también más estadounidenses recibieron la residencia permanente, con un aumento del 48% desde el 2019 a 5,418.
Lo que comenzó como un escape durante la pandemia para los estadounidenses que buscaban destinos asequibles con pocas restricciones COVID-19 parece tener poder de permanencia. La mayor presencia de estadounidenses, muchos de ellos trabajadores remotos, tiene implicaciones en todo, desde la industria del turismo hasta los precios inmobiliarios.
A diferencia de los mexicanos en Estados Unidos, los estadounidenses pueden trabajar en la nación latinoamericana hasta por seis meses consecutivos con sus visas de turista siempre y cuando éstas se paguen desde el extranjero. Y, aunque técnicamente no está permitido, muchos optan por reingresar a EE.UU. por un breve periodo y luego regresan a México y renuevan su período de seis meses en el país para seguir trabajando.
En general, 10 millones de turistas estadounidenses llegaron a México por vía aérea hasta septiembre, lo que representa un aumento de casi 24% con respecto al mismo periodo del 2019, según el Centro de Investigación y Competitividad Turística de la Universidad Anáhuac (CICOTUR). Hasta agosto de este año, los turistas internacionales en general gastaron US$ 17,700 millones en México, 13% más que en el mismo periodo de 2019, según la Secretaría de Turismo.
Muchos de estos viajeros se quedan durante semanas o meses para trabajar de forma remota, pero no hay números oficiales sobre el total porque se trata de una “población que tiende a ser demasiado móvil para poder ser cuantificada”, dijo Ariel Ruiz Soto, analista de políticas del Instituto de Política Migratoria con sede en Washington.
Destino principal
El destino principal para los residentes estadounidenses temporales en México no es una paradisíaca playa, sino la capital del país, Ciudad de México. Hasta septiembre, se obtuvieron 1,619 permisos en esta ciudad. Eso ya representa más que los 1,417 de todo el 2019.
El aumento de estadounidenses que permanecen por más tiempo ha desatado preocupaciones entre algunos locales por el aumento del costo de vida, especialmente en ciertos barrios históricos que se han convertido en sus principales destinos en Ciudad de México. Las redes sociales están llenas de quejas sobre los llamados nómadas digitales y su supuesto impacto en el aumento de los alquileres.
En el frondoso y transitable barrio de Condesa, un favorito entre extranjeros adinerados, los alquileres de apartamentos aumentaron entre enero y junio un 32%, según un informe de la plataforma inmobiliaria Propiedades.com. La inflación anual a nivel nacional se mantuvo en 8.7% en septiembre.
La semana pasada, el Gobierno de Ciudad de México anunció una alianza con Airbnb Inc. y la oficina de la UNESCO en el país para promover la capital como destino para trabajadores remotos. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum dijo que los beneficios económicos de la afluencia llegarían a comunidades más allá de los centros turísticos tradicionales.
“Ahora lo que queremos es impulsarlo todavía más”, dijo Sheinbaum en una conferencia de prensa.
Grupos de derechos de los inquilinos calificaron la alianza con Airbnb como una “turistificación agresiva” de la Ciudad de México y exigieron que se regule a la empresa de alquiler de viviendas, según un comunicado.
Actualmente, el Gobierno de la ciudad estudia si la empresa de viviendas compartidas contribuye al aumento de los alquileres, aunque hasta el momento no se ha encontrado ninguna relación, dijo Sheinbaum.
Canadá no se queda atrás
La población de canadienses también ha crecido en México. Hasta septiembre de este año, 2,042 canadienses obtuvieron permisos de residencia temporal en todo el país, lo que representa un aumento del 137% con respecto al mismo período del 2019.
El Departamento de Estado de EE.UU. dijo este año que 1,6 millones de ciudadanos estadounidenses viven en México y que el país es el principal destino para los viajeros estadounidenses. El Censo 2020 de México contabilizó en el país a 797,266 ciudadanos estadounidenses, incluidos 471,998 niños nacidos en EE.UU. de entre cinco y 19 años.
La preferencia de muchos estadounidenses se debe, en parte, a décadas de cortejo por parte de México, dijo Ruiz Soto.
“El sistema de inmigración de México está diseñado para atraer a ciudadanos estadounidenses de la manera más fácil y rápida posible”, dijo. En oposición a eso, agregó Ruiz Soto, “el sistema de inmigración de EE.UU. está destinado a disuadir a los mexicanos que buscan entrar irregularmente al país”.