El presidente electo Donald Trump ha causado un revuelo mundial con sus pretensiones de que Groenlandia sea estadounidense, Canadá se convierta en el estado número 51 y el Canal de Panamá vuelva a manos estadounidenses, pero la Historia atestigua que Estados Unidos buscó ampliar sus fronteras desde sus primeros tiempos como país independiente.
Estos son algunos hitos en la expansión estadounidense, de los más recientes a los más antiguos.
Islas Vírgenes estadounidenses (1917)
Aunque ahora haya respondido a Trump que Groenlandia, una región autónoma danesa, no está en venta, Dinamarca le vendió en 1917 a Estados Unidos las caribeñas Indias Occidentales Danesas, hoy Islas Vírgenes Estadounidenses, por US$ 25 millones en oro.
El Departamento de Estado de EE.UU. señala en un documento en su web sobre la adquisición de las islas Santo Tomás, San Juan y Santa Cruz y otras menores que «desde 1867 Estados Unidos hizo varios intentos de expandir su influencia en el Caribe».
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Puerto Rico y Guam (1898)
La Guerra hispano-estadounidense de 1898, en la que España fue derrotada militarmente y perdió Cuba, la colonia más preciada de su imperio en declive, permitió a Estados Unidos hacerse con la isla de Guam, en el Pacífico, y con Puerto Rico, en el Caribe.
Ambos territorios españoles fueron tomados por tropas estadounidenses y mediante el Tratado de París, que puso fin a la guerra, España los cedió a los vencedores. Puerto Rico tiene el estatus hoy en día de Estado Libre Asociado.
Hawai (1898)
Estados Unidos, que tenía relaciones económicas y comerciales cada vez más estrechas con Hawai, se anexionó el archipiélago del Pacífico en 1898 a instancias del presidente William McKinley, cinco años después de que comerciantes estadounidenses encabezados por Samuel Dole depusieran a la reina Liliuokalani.
Hawái se convirtió en estado en 1959, el mismo año que Alaska.
Alaska (1867)
En el siglo XIX Estados Unidos adquirió Alaska, hoy el estado más septentrional del país, una operación que, según la Oficina del Historiador del Gobierno estadounidense, marcó el fin de los esfuerzos rusos por expandirse en la costa del Pacífico de América del Norte y abrió el camino para que Estados Unidos llegara a erigirse «como una gran potencia en la región de Asia y el Pacífico».
El Tratado de Alaska, firmado en 1867 con Rusia, estableció el traspaso de ese vasto territorio a Estados Unidos por US$ 7.2 millones.
Cesión mexicana (1848)
Lo que se conoce como Cesión Mexicana es un amplio territorio del oeste de EE.UU. que hasta 1848 estaba bajo control de México, cuyas autoridades lo cedieron en el Tratado de Guadalupe Hidalgo después de la Guerra México-Estadounidense y recibieron compensación económica por ello (US$ 15 millones más US$ 3.2 millones por pago de deudas).
Incluye los hoy estados de California, Nevada, Utah, Arizona y parte de los de Colorado y de Nuevo México.
Mapa en mano, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha respondido a Trump, que también ha dicho que el Golfo de México debe llamarse Golfo de América (en referencia a EE.UU), que en todo caso lo que correspondería es que esos territorios cedidos en 1848 se llamen «América Mexicana».
Texas (1845)
En 1845 Texas, que había sido española, francesa y mexicana antes de declararse República independiente en 1836, se incorporó a Estados Unidos como el estado número 28.
Florida (1819)
Por el Tratado de Adams-Onis (1819), también llamado Transcontinental y ratificado en 1821, España cedió el este de Florida a Estados Unidos y renunció a sus derechos en la parte oeste de la península. A cambio, Estados Unidos, que no pagó por esos territorios pero sí asumió deudas de 5 millones por daños, reconoció la soberanía española sobre lo que hoy es Texas.
Luisiana (1803)
En 1803 Estados Unidos compró a Francia la Luisiana, un territorio mayor al del estado que hoy lleva esa nombre y que antes perteneció a España, situado entre el rio Mississippi y las Montañas Rocosas. Estados Unidos pagó US$ 15 millones.