El máximo responsable estadounidense en enfermedades infecciosas ha manifestado su preocupación sobre la seguridad de las vacunas contra el COVID-19 que se están desarrollando en China y Rusia, mientras el mundo busca respuestas a una pandemia que la OMS asegura se sentirá durante décadas.
Seis meses después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la emergencia global, el nuevo coronavirus ha matado a más de 680,000 personas en el mundo y ha infectado a más de 17.6 millones, según un balance de la AFP basado en fuentes oficiales.
En América Latina y el Caribe, la región con el mayor número de contagios, México alcanzó un nuevo máximo de casos en 24 horas, con 8,458 infecciones el viernes, y Colombia supera ya los 10,000 muertos.
Mientras en Europa los Estados anunciaron nuevas restricciones y recesiones económicas históricas, la OMS hacía saber que la pandemia es una crisis "que solo se vive una vez por siglo" y que sus efectos se sentirían durante décadas.
Numerosas empresas chinas lideran la carrera para desarrollar una inmunización a la enfermedad y Rusia fijó septiembre como fecha límite para lanzar su propia vacuna.
Pero el experto estadounidense en enfermedades infecciosas, Anthony Fauci, dijo que es poco probable que su país utilice una vacuna desarrollada por uno de estos países, donde los sistemas reguladores son más opacos que en Occidente.
"Espero que los chinos y los rusos realmente estén probando la vacuna antes de administrársela a alguien", dijo durante una audiencia en el Congreso el viernes.
"Las afirmaciones de que tienen una vacuna lista para distribuir antes de hacer las pruebas son, cuanto menos, problemáticas", añadió.
Como parte de su proyecto “Operation Warp Speed”, el gobierno estadounidense pagará a los laboratorios Sanofi y GSK hasta US$ 2,100 millones para desarrollar una vacuna contra el COVID-19, dijeron las farmacéuticas.
Contagios récords
Uno de los países que participará en los ensayos a gran escala (la tercera y última fase de pruebas de la vacuna) de Sanofi es México, donde el viernes se registró un nuevo récord de contagios diarios, con 8,458 infecciones.
El país norteamericano es ya el tercero más afectado del mundo por el virus, con 46,688 muertos (424,637 casos), superando a Reino Unido.
La región de América Latina y el Caribe registra el mayor número de casos de COVID-19 en el planeta, con más de 4.7 millones de contagios y casi 195,000 muertos.
En Brasil, su presidente Jair Bolsonaro, recientemente curado de COVID-19, dijo el viernes que probablemente todo el mundo acabará por contagiarse con el nuevo coronavirus, y urgió a los brasileños a “enfrentarlo” y que no hay nada que temer.
Sus declaraciones llegan cuando el país lamenta ya casi 92,500 muertos y más de 2.5 millones de casos, el segundo más afectado en el mundo, y después de que la aerolínea brasileño-chilena Latam anunciara el despido de al menos 2,700 empleados.
Colombia enfrenta también un avance sin freno del virus, que se detectó por primera vez el 6 de marzo en el país, y el viernes superó las 10,000 muertes por COVID-19.
El país, que roza los 296,000 contagios, está confinado desde el 25 de marzo y hasta el 30 de agosto por orden gubernamental.
En un intento por frenar la propagación de la enfermedad, Bolivia decidió extender una cuarentena flexible hasta el 31 de agosto, lo que implica que sus fronteras terrestres y aéreas permanecerán cerradas.
Argentina también frenó la flexibilización de las medidas de confinamiento al menos por dos semanas, ante el aumento de contagios.
Nuevas medidas
Medidas que también se aplican en otros países como Canadá, que anunció una nueva prórroga en el cierre de sus fronteras, excepto para los estadounidenses, hasta el 31 de agosto.
La frontera con Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia con 153,314 fallecidos y más de 4.5 millones, ha estado cerrada a viajes no esenciales desde el 21 de marzo y permanecerá así hasta el 20 de agosto.
El Congreso de la mayor economía del mundo, que sufrió una histórica caída del PBI del 32.9% en el segundo trimestre, fracasó en acordar un nuevo paquete de estímulos a pocas horas de que expirara la vigencia del subsidio de US$ 600 semanales para desempleados.
En Florida, uno de los estados estadounidenses que registra un saldo de casi 6,600 muertos, los habitantes enfrentan además la llegada del huracán Isaías este fin de semana.
Europa
Al otro lado, Francia, España, Portugal e Italia también anunciaron contracciones récords de sus economías en el segundo trimestre. El Viejo Continente entró en recesión tras un hundimiento de un 12.1% del PBI de la zona euro.
Por su parte, Reino Unido, que acumula más 46,000 muertos (303,181 casos), impuso un nuevo confinamiento el viernes a millones de personas en el norte de Inglaterra por un repunte de contagios.
En el este de Asia, países que habían controlado la epidemia también atraviesan nuevos brotes preocupantes.
La región japonesa de Okinawa declaró el estado de emergencia tras constatar una “propagación explosiva” del nuevo coronavirus, y Hong Kong abrió un hospital provisional para pacientes de COVID-19.
Desde julio están aumentado el número de casos traídos por personas que estaban exentas de cumplir cuarentena en la excolonia británica, que había logrado controlar las transmisiones locales.