Las autoridades estadounidenses denunciaron intentos de piratas informáticos chinos de robar información a investigadores en Estados Unidos sobre el desarrollo de vacunas y tratamientos frente al COVID-19.
Así lo alertaron en un comunicado el FBI y la Agencia gubernamental de Ciberseguridad e Infraestructura (CISA, en inglés), que pretenden “concienciar sobre la amenaza a la investigación relacionada con COVID-19”.
En ese sentido, precisaron que el FBI está investigado ataques por parte de “hackers” chinos a organizaciones en Estados Unidos que llevan a cabo investigación sobre el nuevo coronavirus.
“Se ha observado que estos actores (los piratas informáticos) están intentando identificar y obtener de forma ilícita propiedad intelectual valiosa y datos de salud pública relacionados con vacunas, tratamientos y tests de redes y personal afiliados a la investigación relacionada con COVID-19”, indica el texto.
El FBI y CISA alertaron que el robo de ese tipo de información pondría en riesgo la meta de alcanzar un tratamiento “seguro, efectivo y eficiente” para COVID-19.
Por ese motivo, instaron a las organizaciones dedicadas a la investigación que refuercen su ciberseguridad para evitar hurtos y solucionar cualquier brecha en sus sistemas informáticos.
Además, aconsejaron rehuir de cualquier atención mediática para evitar “un mayor interés y ciberactividad” por parte de los piratas.
Los ciberataques han aumentado como consecuencia de la crisis del coronavirus: El pasado 22 de abril el Departamento de Justicia informó que el FBI había recibido más de 3,600 quejas relacionadas con delitos informáticos sobre COVID-19, muchos de ellos perpetrados a través de páginas web que anunciaban vacunas y curas falsas.
Para atraer tráfico de usuarios, esas webs utilizaban dominios con palabras como “covid19” o “coronavirus”.
Como consecuencia de la crisis sanitaria también ha aumentado la tensión entre Washington y Pekín, ya que el Gobierno estadounidense alimenta la hipótesis de la responsabilidad de China en la expansión de la pandemia por presuntamente “ocultar” información sobre la “gravedad” del coronavirus, al que el presidente Donald Trump se refiere como el “virus chino”.