La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, dio un paso al frente en la estrategia de Washington de ejercer de contrapeso a China en el sudeste asiático con la advertencia de que prestará un firme apoyo a sus aliados de la zona ante la actitud intimidatoria de Pekín.
“Las acciones de Pekín siguen socavando el orden basado en normas y amenazan a las naciones soberanas. Estados Unidos se mantiene con nuestros aliados y socios frente a estas amenazas”, dijo Harris en referencia a las acciones intimidatorias de China cerca de las islas Spratly y Paracel, que se disputa con cinco países de la zona.
La vicepresidenta hizo estas afirmaciones en un discurso en Singapur, donde el domingo inició una gira por el sudeste asiático que le llevará esta tarde a Vietnam, uno de los cinco países que se disputa territorios con China en esas aguas, junto a Filipinas, Malasia, Brunéi y Taiwán.
En los últimos años el régimen chino ha construido instalaciones en islas artificiales que podrían ser de uso militar, lo que ha generado inquietud en países vecinos y en Estados Unidos, que pide la libre navegación en toda la región.
Harris no recurrió a eufemismos al acusar a Pekín de “coaccionar e intimidar” a los países de la zona y al calificar de “ilegales” sus reclamaciones territoriales, tras el fallo en el 2016 del Tribunal de La Haya a favor de Filipinas por la disputa de un atolón en esas aguas.
Respuesta de Pekín
El claro mensaje de la vicepresidenta encontró respuesta a las pocas horas de la mano del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, que aseguró que Estados Unidos “defiende su egoísmo y su comportamiento hegemónico bajo el pretexto de un ‘orden’ y unas ‘reglas’”.
“Estados Unidos puede difamar, oprimir, coaccionar e intimidar arbitrariamente a otros países sin pagar ningún precio por ello”, afirmó el portavoz del Ministerio, Wang Wenbin, quien aprovechó la crisis de Afganistán para acusar a Estados Unidos de “intervenir militarmente en un estado soberano sin responsabilizarse del sufrimiento causado a su gente”.
Pese a la claridad de sus palabras contra las acciones de Pekín, la vicepresidenta estadounidense aclaró que su compromiso en seguridad con el Sudeste Asiático “no es contra ningún país ni está diseñado para que nadie tenga que elegir entre países”.
El apoyo de Estados Unidos a la región en materia de defensa se plasmó este lunes con la visita a la base naval de Changi, en Singapur, donde está atracada la nave de combate estadounidense Tulsa.
Prioritaria para Biden
El viaje de Harris, que se convertirá en la primera vicepresidenta estadounidense en realizar una visita oficial a Vietnam, es percibido por los analistas como un paso más en la estrategia de Biden de ganar influencia en una región en la que China ha reforzado su presencia durante el mandato de Donald Trump.
Harris visita Singapur y Vietnam apenas un mes después del periplo por Singapur, Vietnam y Filipinas del secretario de Defensa, Lloyd Austin y de las múltiples reuniones virtuales que el secretario de Estado, Anthony Blinken, ha mantenido con ministros de Exteriores de la región.
El propio Biden tuvo su primer encuentro virtual con muchos de ellos en julio durante el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), en el que recalcó que su país seguirá “profundamente comprometido” con el Pacífico y abogó por un Indo-Pacífico “libre y abierto”.
EE.UU., sede del foro APEC
Harris se refirió hoy a ese foro al anunciar que Estados Unidos se ofrece como sede para la edición el 2023 como prueba de la prioridad que la Administración de Joe Biden otorga a las relaciones económicas con los países de la región.
En este sentido, recalcó que el fuerte crecimiento económico que está viviendo en Estados Unidos no tiene que detenerse en sus fronteras sino que debería beneficiar a sus socios en Asia-Pacífico y en el sudeste asiático, de creciente relevancia en los próximos años.
“Nuestra economía comparte mucho con el Sudeste Asiático, desde las cadenas de suministro hasta un flujo constante de comercio en las dos direcciones”, señaló Harris, quien destacó que las exportaciones estadounidenses al sudeste de Asia sostienen más de 600,000 empleos.
El foro APEC, que este año organiza Nueva Zelanda y será acogido por Tailandia en el 2022, representa el 60% del PBI mundial y más de la mitad del comercio global, forma un mercado de unos 2,850 millones de consumidores -el 40% de la población mundial- y tiene como objetivo establecer una zona de libre comercio entre las 21 economías miembros.
Las economías que integran el APEC, fundado en 1989, son Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Taiwán, Tailandia y Vietnam.