Dinero gratis ... Esta es la atractiva perspectiva que fondos de cobertura y otras operadoras están contemplando tras darse cuenta de que también podrían participar en un paquete de estímulo histórico de Estados Unidos para mantener vivas a las pequeñas empresas durante la pandemia de coronavirus.
Desde principios de abril, firmas de abogados han organizado seminarios web y enviado alertas, y firmas de contabilidad se han comunicado con los clientes, todo con el objetivo de explicar cómo podrían acceder al Programa de Protección de Cheques de Pago.
El paquete de US$ 349,000 millones administrado por Small Business Administration ofrece préstamos para cubrir nóminas, alquileres y servicios públicos durante hasta ocho semanas. Los préstamos pueden convertirse en subvenciones si los beneficiarios retienen o vuelven a contratar a sus trabajadores.
Algunos fondos de cobertura ya han aplicado a través de formularios para demostrar que tienen menos de 500 empleados y certificar que la “actual incertidumbre económica hace que esta solicitud de préstamo sea necesaria para respaldar las operaciones en curso”.
Irónicamente, los fondos de cobertura están diseñados para emplear a la menor cantidad de personas posible para que los operadores estrella no tengan que compartir millones de dólares en comisiones. El sector recibe su nombre partiendo de la premisa de que puede generar ganancias incluso cuando los mercados caen.
La duda sobre participar o no en el programa está dividiendo a la comunidad de administración de fondos. Algunos operadores lo consideran moralmente corrupto, mientras que otros insisten en que son pequeñas empresas, como salones de belleza, restaurantes y lavanderías, que podrían necesitar ayuda después de los colapsos de los mercados mundiales y la pérdida de dinero.
Dado que los recursos del programa son distribuidos por orden de llegada, algunos gerentes se apresuraron a enviar sus documentos, según participantes del mercado, incluso si la elegibilidad sigue siendo incierta.
Donald Motschwiller, director de First New York, una operadora que gestiona activos por valor de US$ 2,900 millones, dijo que todavía estaba considerando si solicitar dinero que podría usarse para pagar a ciertos empleados que siguen en la nómina y que, al estar en casa, esencialmente no tienen trabajo que hacer.
Buscó información con unos 15 fondos de cobertura en su círculo, desde pequeños gerentes hasta empresas multimillonarias, “y nadie ha dicho ‘no’” a la posibilidad de tomar el préstamo, dijo.
‘Abominable’
Un gerente, que pidió no ser identificado, dijo que se sintió indignado cuando recibió una nota de su contador que analizaba su potencial elegibilidad.
“Es una total abominación”, coincidió Nate Koppikar, socio de Orso Partners, administrador de fondos con sede en San Francisco. Resaltó que las empresas que utilizan el dinero podrían ser identificadas públicamente más adelante bajo la Ley de Libertad de Información.