El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aún enfermo de COVID-19, minimizó el martes la amenaza de la pandemia, presentándose como inmune al virus, pero también a la derrota, cuando falta menos de un mes para medirse en las urnas con el demócrata Joe Biden.
“¡ME SIENTO BIEN!”, tuiteó el mandatario republicano.
“Estoy deseando que llegue el debate de la noche del jueves 15 de octubre en Miami. ¡Será genial!”, agregó, en alusión al segundo duelo programado con el exvicepresidente de Barack Obama.
El médico de la Casa Blanca, Sean Conley, destacó el buen estado de salud del presidente al día siguiente de regresar a la Casa Blanca luego de tres días de hospitalización.
“Tuvo una primera noche tranquila en casa y hoy no reporta ningún síntoma”, dijo Conley en un comunicado. “Sigue estando extremadamente bien en general”, agregó.
Trump, de 74 años, fue dado de alta el lunes del centro médico militar Walter Reed, en las afueras de Washington, donde había sido internado el viernes para ser tratado por COVID-19, horas después de anunciar que había dado positivo en la prueba diagnóstica.
Tras un retorno triunfal a la Casa Blanca trasmitido en vivo por televisión, Trump se afana por presentarse como el líder intrépido que doblegó al nuevo coronavirus, en medio de encuestas negativas para su reelección el 3 de noviembre.
“Tal vez soy inmune”, dijo en el balcón de la Casa Blanca el lunes por la noche después de quitarse la máscara que traía del hospital, e instar a los estadounidenses a no temerle al virus ni dejarse dominar por él.
Con más de 210,000 muertos en los últimos siete meses, el COVID-19 se encamina a ser la tercera causa de muerte en Estados Unidos este año.
El martes, el jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Mark Milley, entró en cuarentena luego de que el número dos de la Guardia Costera, el almirante Charles Ray, anunciara que había dado positivo al COVID-19.
Pero Trump volvió a restarle gravedad a la pandemia, retomando en un tuit uno de sus antiguos argumentos al compararla con la gripe estacional, y asegurar que el país no se detiene por los “a veces más de 100,000” que mueren al año “incluso a pesar de la vacuna”.
Esa cifra de muertos, no sustentada por las autoridades sanitarias estadounidenses, hizo que Twitter etiquetara más tarde el tuit de Trump como “información engañosa y potencialmente dañina relacionada con COVID-19”.
16 puntos por debajo de Biden
La campaña de Trump lo presente como un “guerrero”, pero su reelección es incierta.
Mientras Trump tuitea desde la Casa Blanca, Biden continúa recorriendo el país en busca de votos: este martes tiene previsto hablar en Gettysburg, Pensilvania.
Y las encuestas de opinión pública le son favorables.
Un sondeo de CNN/SSRS revelado el martes muestra a Biden 16 puntos por encima de Trump (57% a 41%). Otro de NBC News-Wall Street Journal publicado el domingo, señaló una diferencia de 14 puntos de Biden frente a Trump (53% a 39%).
El martes, en el promedio de las encuestas nacionales compilado por la plataforma RealClearPolitics Biden le llevaba a Trump una ventaja de 9.2 puntos.
El exvicepresidente, de 77 años, superó fácilmente a Trump en varios temas de la encuesta de CNN: en la respuesta a la pandemia de COVID-19, el acceso a la atención médica, la desigualdad racial, y el crimen y la seguridad. En el manejo de la economía estuvieron parejos.
Biden tiene además una pequeña ventaja sobre Trump en la mayoría de los estados considerados “campos de batalla” en esta votación, claves para ganar la elección.
Pero Hogan Gidley, secretario de prensa de la campaña de reelección de Trump, desestimó los datos de CNN.
“Los mismos encuestadores mostraron al presidente perdiendo en el 2016”, dijo en Fox News. “Él ganó la carrera entonces y está haciendo lo mismo ahora”, agregó.
El primer debate, el 29 de setiembre en Cleveland, Ohio, parece haber ayudado a Biden: el 57% de los espectadores dijo que el exvicepresidente tuvo un mejor desempeño, según CNN.
La Comisión de Debates Presidenciales, una organización sin fines de lucro que patrocina estos enfrentamientos desde 1988, tiene previsto el segundo encuentro cara a cara entre Trump y Biden el 15 de octubre en el Centro de Artes Escénicas Adrienne Arsht en Miami.
Según lo anunciado, lo moderará Steve Scully, de la cadena C-SPAN. Y, a diferencia del primero, incluirá preguntas del público.
Un tercer y último debate entre Trump y Biden está programado para el 22 de octubre en Nashville.
El miércoles, la compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris, y el vicepresidente Mike Pence se encontrarán en Utah para su único duelo previsto.
Pence dio negativo al coronavirus, pero dada la enfermedad de Trump y un brote generalizado en la Casa Blanca, los contrincantes estarán separados por una barrera de plexiglás.