La Casa Blanca dice que el impacto ambiental de producir criptomonedas como bitcóin podría obstaculizar los esfuerzos de Estados Unidos en la lucha contra el cambio climático.
Esta conclusión coloca a la Administración Biden en medio de un debate ya intenso sobre la huella de carbono de los activos digitales. Los críticos vienen advirtiendo durante meses sobre la cantidad de electricidad utilizada en las operaciones de minería cripto.
Si bien la Oficina de la Casa Blanca para Políticas de Ciencia y Tecnología no llegó a prescribir regulaciones específicas, el informe publicado el jueves dice que EE.UU. debe tomar medidas para mitigar la contaminación vinculada a la producción de criptomonedas. El Gobierno federal debería recopilar más datos sobre el uso de energía y trabajar con los estados y la industria cripto para establecer estándares, dijo la Oficina.
El presidente Joe Biden solicitó el estudio en marzo como parte de una orden ejecutiva de gran alcance sobre las criptomonedas. En las próximas semanas, se prevé que otras agencias y oficinas federales publiquen recomendaciones e informes sobre cómo EE.UU. debería manejar esta clase de activos.
Las conclusiones publicadas el jueves encajan con el enfoque de la Administración Biden en la mitigación del cambio climático. Desde principios del 2021, agencias gubernamentales estadounidenses han emprendido una serie de esfuerzos relacionados con el calentamiento global.
La creación de nuevas criptomonedas y la validación de transacciones en las cadenas de bloques de Bitcoin y Ethereum implica un proceso de uso intensivo de energía en el que varios computadores compiten para resolver acertijos matemáticos complejos, y el ganador agrega nuevas transacciones verificadas a la cadena de bloques a cambio de recompensas en tokens.
Actualización de software
La red Ethereum hará una importante actualización de software este mes, conocida como Merge, que hará la transición de la cadena de bloques a un enfoque menos intensivo en energía. Las criptomonedas bitcóin y ether son el primer y segundo token más grande del mundo, respectivamente.
Según las estadísticas citadas el jueves por la Casa Blanca, EE.UU. ahora realiza el 38% de la minería de bitcóin del mundo, en comparación con el 3.5% en el 2020. Mientras tanto, las cadenas de bloques que respaldan los criptoactivos ahora usan más energía que muchos países, incluidos Argentina y Australia, según el informe.
La contaminación del aire, el ruido y el agua de las operaciones de criptominería pueden perjudicar el medio ambiente y “exacerbar los problemas de justicia ambiental para las comunidades desatendidas”, dice el documento. Al mismo tiempo, el aumento de la demanda de electricidad de esas operaciones puede ejercer una presión adicional sobre las redes eléctricas, que ya están sobrecargadas.