Raphael Bostic. (Foto: Bloomberg)
Raphael Bostic. (Foto: Bloomberg)

Sería “razonable” que la Reserva Federal (Fed) recorte su programa de compra de bonos a partir de octubre si continúan las fuertes ganancias laborales, dijo el presidente de la entidad en Atlanta, Raphael Bostic, uniéndose así a sus pares que se pronunciaron en el mismo sentido.

La ha estado comprando US$ 120,000 millones en bonos del Tesoro de Estados Unidos y en valores respaldados por hipotecas cada mes para aliviar las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus, pero ahora se está moviendo hacia la reducción del estímulo según gana impulso la recuperación.

Me sentiría cómodo con un cronograma de octubre para comenzar esto” si el crecimiento del en agosto coincide con el casi un millón de empleos que se agregaron en cada uno de los dos meses anteriores, dijo Bostic.

La Fed podría anunciar un plan para reducir las compras de activos en su reunión de política del 21 al 22 de setiembre. Se espera un cambio en algún momento del año, con un debate aún en curso sobre cuándo se debe anunciar el plan y qué tan rápido se deben reducir las compras.

Bostic dijo que, una vez que comience la reducción, “espero sin duda que se haga lo más rápido posible”, añadiendo que podría apoyar el fin total de las compras de activos de la Fed “hacia el final del primer trimestre” del 2022.

Las declaraciones de Bostic a Reuters fueron efectuadas antes de la conferencia de análisis que celebra la Fed en Jackson Hole, Wyoming, y que comenzará con un discurso el viernes del presidente de la entidad, .

Bostic es un miembro con derecho a voto del comité que fija la política económica de la Fed este año y se suma así a un grupo de presidentes de bancos regionales de la Fed que han expresado que están mayormente listos para poner fin a uno de los programas más destacados del banco central por la pandemia.

Sin embargo, más allá del debate sobre la reducción, Bostic profundizó en la discusión sobre la siguiente fase de la Fed, en relación a cuándo subir las tasas de interés.

Desde principios de año ha dicho que esperaba que la inflación fuera más fuerte de lo esperado, y anticipó que la Fed necesitará elevar su tasa referencial por encima del nivel actual cercano a cero en algún momento del 2022, un paso hacia la moderación de la expansión económica para garantizar que los precios sigan bajo control. La mayoría de sus colegas no cree que las tasas vayan a aumentar hasta el 2023 o más tarde.

No obstante, Bostic piensa que más importante que el momento es que las autoridades de la Fed empiecen a hablar con más precisión sobre cómo se desarrollará su nuevo enfoque de inflación en la práctica, sobre todo ahora que el ritmo del alza de precios ha sido más rápido y largo de lo esperado.

La inflación de este año ronda el 4%, y el ritmo de las subidas de precios ha sido tan fuerte que ha empujado la inflación promedio de Estados Unidos durante un periodo de varios años hasta el objetivo de 2% de la Fed.

Bajo un nuevo enfoque adoptado hace un año, la Fed se está enfocando en esa cifra promedio y dejará que los “rebasamientos” de alta inflación ayuden a alcanzarla. Sin embargo, el banco central no es explícito sobre cuánto tiempo debe durar el periodo promediado o cuánto se podría tolerar un exceso.

Según algunas métricas directas, ya hemos cumplido la meta”, indicó Bostic, agregando que la Fed enfrentará preguntas inevitables sobre qué criterio utilizará.

Debemos ser transparentes para el mercado. Esta es nuestra primera ronda en que pasamos por esto y nos acercamos a esta referencia, por lo que creo que es valioso pensar en cómo comunicarnos y señalar más directamente dónde creemos que estamos”, señaló.

Una segunda promesa, llevar la economía al “máximo empleo”, tampoco está definida, pero las evaluaciones tendrán que ser una “decisión en el tiempo de juego” para que las autoridades de la Fed sopesen la recuperación del mercado laboral frente a los riesgos inflacionarios que puedan surgir, comentó Bostic.

La Fed ha dicho que las ganancias laborales deberían ser “amplias e inclusivas”, pero Bostic dijo al mismo tiempo que “no hay una opinión de consenso sobre una métrica” para medir la integridad de la recuperación del empleo.

No hay una analogía clara en el lado del empleo en relación con lo que tenemos para la inflación”, dijo. Si parece necesario un alza de tasas, pero la recuperación del empleo parece no haber terminado entre los diferentes grupos demográficos, “los responsables de política tendrán que decidir y sopesar los riesgos de la tolerancia. Hay una curva de aprendizaje sobre cómo hacerlo”.

No obstante, para la decisión más inminente sobre la reducción gradual de la compra de bonos, Bostic dijo que las cifras están empezando a calzar.

Una ganancia de unos 700,000 o más puestos de trabajo en agosto significaría que la economía estadounidense habrá recuperado la mitad de los 10 millones de puestos de trabajo perdidos a causa de la pandemia en diciembre pasado, cuando la Fed prometió que continuaría con sus compras de bonos hasta que hubiera “avances sustanciales“ en la recuperación. “Esas son las cuentas que estoy haciendo”, manifestó Bostic.

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