China, Rusia e Irán buscan perturbar el proceso electoral de Estados Unidos antes de la votación de noviembre, con intentos de comprometer las comunicaciones privadas de campañas políticas y candidatos, advirtió un alto funcionario de inteligencia de Estados Unidos.
William Evanina, director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad, dijo el viernes que los funcionarios federales continúan monitoreando a los piratas informáticos que intentan acceder a las redes estatales y federales, incluidos los responsables de administrar las elecciones.
Los adversarios extranjeros están utilizando los medios de comunicación tradicionales, así como los sitios de redes sociales, como una forma de “influir en las preferencias y perspectivas de los votantes estadounidenses, cambiar las políticas estadounidenses, aumentar la discordia y socavar la confianza en nuestro proceso democrático”, dijo.
“La pandemia de coronavirus y las recientes protestas, por ejemplo, continúan sirviendo como forraje para la influencia extranjera y los esfuerzos de desinformación en Estados Unidos”, dijo Evanina en un comunicado.
China, por su parte, está ampliando sus esfuerzos para influir en la política estadounidenses, incluida la presión sobre las figuras políticas que considera opuestas a sus intereses. “Pekín reconoce que sus esfuerzos podrían afectar la carrera presidencial”, dijo.
Mientras tanto, el objetivo de Rusia sigue siendo debilitar a EE.UU. y debilitar su papel global; Evanina dijo que Rusia continúa difundiendo desinformación en Estados Unidos, utilizando trolls de Internet y otros representantes diseñados para socavar la confianza en el proceso democrático.
Irán también busca socavar las instituciones democráticas y dividir a Estados Unidos, dijo, y agregó que Teherán se centra en difundir la desinformación en las redes sociales y en recircular el contenido antiestadounidense.
Con poco más de 100 días para la elección, Evanina instó a los estadounidenses a consumir información con un ojo crítico, consultar las fuentes antes de volver a publicar material en las redes sociales y practicar una buena “higiene cibernética”.
Funcionarios de inteligencia han informado a las campañas presidenciales, los comités políticos y el Congreso sobre seguridad electoral en los últimos meses, dijo.
Rusia fue acusado por Estados Unidos de piratear cuentas demócratas antes de las elecciones presidenciales del 2016, así como de filtrar correos electrónicos destinados a perjudicar la campaña de la demócrata Hillary Clinton.
Además, la Agencia de Investigación de Internet, con sede en Rusia, participó en una campaña generalizada en las redes sociales que buscaba sembrar la discordia antes de la votación del 2016, dijeron funcionarios estadounidenses.