Al entonces presidente Donald Trump no le importó que los simpatizantes de su mitin del 6 de enero del 2021, que precedió al asalto al Capitolio de Estados Unidos, estuvieran armados, incluso con rifles del tipo AR-15, testificó este martes una exasesora de la Casa Blanca.
En cambio, Trump expresó su enfado por el hecho de que el Servicio Secreto, encargado de proteger al presidente, usara detectores de metales para mantener a las personas armadas fuera de la zona vallada en la que pronunció un encendido discurso en el que repitió sus falsas afirmaciones de que su derrota era el resultado de un fraude electoral, dijo Cassidy Hutchinson, una asesora de Mark Meadows, entonces jefe de gabinete de Trump.
“Dejen las malditas revisiones; no están aquí para hacerme daño”, dijo Trump esa mañana, según el testimonio de Hutchinson ante el comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga los disturbios del 6 de enero.
Fue la primera vez en las seis audiencias de este mes en que un exfuncionario de la Casa Blanca de Trump comparece en persona para dar testimonio ante el comité que investiga los ataques.
El comité de la Cámara de Representantes lleva más de un año investigando el primer intento de impedir el traspaso pacífico del poder en la historia de Estados Unidos.
El presidente del comité, Bennie Thompson, abrió la audiencia diciendo que se presentarían nuevas pruebas “sobre lo que ocurría en la Casa Blanca el 6 de enero y los días previos” a los disturbios en el Capitolio.
Thompson elogió la “valentía” de Hutchinson al presentarse a declarar ante la comisión.
En un testimonio en video durante la última audiencia de la semana pasada, Hutchinson dijo al comité que los aliados republicanos de Trump habían buscado el perdón de la Casa Blanca tras apoyar sus intentos de anular su derrota electoral en el 2020.
El testimonio en las cinco audiencias anteriores del comité ha mostrado cómo Trump, un republicano, enardeció a miles de partidarios con falsas afirmaciones de que perdió las elecciones del 2020 ante el demócrata Joe Biden debido a un fraude electoral.
El comité había dicho la semana pasada que no volvería a reunirse públicamente hasta julio, pero anunció un cambio de planes el lunes, apenas 24 horas antes del inicio de la audiencia del martes.
Las audiencias de este mes contaron con testimonios grabados en video de figuras como la hija mayor de Trump, Ivanka Trump, y su ex fiscal general, Bill Barr. Ellos y otros testigos declararon que no creían las falsas afirmaciones de Trump sobre el fraude generalizado y que trataron de disuadirle de ellas.
Decenas de tribunales, funcionarios electorales y revisiones de la propia administración de Trump rechazaron las afirmaciones de fraude, incluyendo historias extravagantes sobre una empresa de seguridad italiana y el difunto presidente venezolano Hugo Chávez manipulando las papeletas estadounidenses.
Trump, que está considerando otra candidatura a la Casa Blanca en el 2024, niega haber actuado mal y acusa al comité de participar en una cacería de brujas.
Durante el asalto al Capitolio, miles de simpatizantes de Trump destrozaron ventanas, se enfrentaron a la policía e hicieron huir a los legisladores, incluido el vicepresidente de Trump, Mike Pence, para salvar sus vidas.
Cuatro personas murieron el día del ataque, una por disparos de la policía y las otras por causas naturales. Más de 100 policías resultaron heridos, y uno murió al día siguiente. Cuatro agentes fallecieron posteriormente por suicidio.