Estados Unidos puso este lunes un velo de duda sobre la integridad de las elecciones parlamentarias en Rusia, al denunciar que la arremetida del gobierno contra sus críticos había “impedido a los rusos ejercer sus derechos cívicos y políticos”
“Las elecciones a la Duma [Cámara de diputados] del 17 al 19 de setiembre en la Federación Rusa tuvieron lugar bajo condiciones que no conducen a un procedimiento libre y justo”, dijo el portavoz del Departamento de Estado.
La oposición, mayoritariamente excluida de estas elecciones, igual que el principal opositor, el encarcelado Alexéi Navalni, denunció fraudes masivos a medida que el partido oficialista, Rusia Unida, reivindicaba una supermayoría en la Duma, el parlamento, informó la agencia AFP.
Pese a esas acusaciones, la presidencia rusa celebró “la transparencia y la probidad” de estas elecciones legislativas.
Por su parte, la Unión Europea denunció este lunes una atmósfera de intimidaciones en el periodo previo a las elecciones y lamentó la ausencia de observadores electorales independientes.
“Mano dura”
La UE lamentó que los rusos hayan votado en los comicios a la Duma, regionales y locales con “limitaciones” a causa de la “mano dura” contra opositores y medios de comunicación aplicada por las autoridades.
Antes de las elecciones, hubo cada vez más “mano dura” contra los políticos de la oposición, organizaciones de la sociedad civil y medios independientes, así como contra periodistas, aseguró el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, en una declaración en nombre de los Veintisiete.
“Esto resultó en la limitación de las elecciones para los votantes rusos y su capacidad de tener información completa y exacta sobre los candidatos”, señaló el político español.
Además, indicó que la UE “lamenta que la decisión rusa de restringir severamente el tamaño y el formato de una misión de observación electoral internacional de la OSCE/ODIHR haya evitado su despliegue”, a la vez que aseguró que la UE “toma nota” de que fuentes “independientes y de confianza” informan de “graves violaciones”.
El partido del Kremlin, Rusia Unida, retuvo la mayoría constitucional en la Duma o Cámara de diputados, según informó hoy la Comisión Electoral Central (CEC) tras el escrutinio de casi el 100 % de los votos en las elecciones legislativas.
La UE reiteró su “grave preocupación” por el “patrón continuado de reducir el espacio a la oposición, la sociedad civil y las voces independientes a través de Rusia” y pidió a los dirigentes rusos que “reviertan estos acontecimientos negativos”.
Según Borrell, Rusia “debe atenerse a los compromisos que ha asumido dentro del marco de la ONU, la OSCE y el Consejo de Europa en términos de protección de los derechos humanos y los valores democráticos”.
Por otra parte, la UE insistió en que “no reconoce y no reconocerá” la anexión de la península ucraniana de Crimea y Sebastopol por parte de Rusia y que por ello tampoco reconoce las llamadas elecciones celebradas en ese territorio “ocupado”.
El jefe de la diplomacia comunitaria recalcó que la decisión rusa de implicar a residentes de las regiones del este ucraniano Donetsk y Luhansk, controladas por rebeldes prorrusos, en estas elecciones va “contra el espíritu y los objetivos de los acuerdos de Minsk”.
Por último, insistió en que la UE sigue “inquebrantablemente comprometida en el apoyo de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”.
“Retroceso”
Por su parte, el Gobierno británico criticó el desarrollo de las elecciones legislativas en Rusia, ganadas mayoritariamente por los partidarios del presidente Vladimir Putin, calificándolas de “grave retroceso de las libertades democráticas”.
“Las medidas adoptadas por las autoridades rusas para marginar a la sociedad civil, silenciar a los medios independientes e impedir que los auténticos candidatos de la oposición participen en las elecciones socavan la pluralidad”, denunció el ministerio de Relaciones Exteriores británico en un comunicado.
¿Fraude?
Las sospechas de fraude a favor del oficialismo en el voto electrónico han empañado la mayoría constitucional del partido del Kremlin, Rusia Unida, que retendrá el control de la Duma o Cámara Baja del Parlamento ruso durante los próximos cinco años.
“La nueva Duma que ha salido de los comicios legislativos no tiene absolutamente ninguna legitimidad. Vivimos en un país donde no hay elecciones”, comentó a Efe Serguéi Mitrojin, candidato liberal a la Duma por Moscú.
Los 2.5 millones de votos emitidos telemáticamente acabaron por inclinar la balanza en favor de los candidatos oficialistas en varias circunscripciones, especialmente en Moscú, donde el encarcelado líder opositor, Alexéi Navalni, cuenta con un gran número de partidarios.
Las denuncias de fraude marcaron los tres días de votación, desde el relleno de urnas a la votación forzosa de militares y empleados públicos, y la manipulación masiva del voto a domicilio.
Pero la indignación opositora se disparó con el recuento el lunes del voto electrónico, en el que participó el propio Putin al encontrarse en cuarentena desde hace una semana.
Los comunistas acusaron abiertamente a Rusia Unida de robarles la victoria en la capital, donde casi dos millones de personas ejercieron esa opción.
“Ahora podemos decir con toda claridad que no reconocemos ni reconoceremos los datos del voto electrónico en Moscú”, declaró en rueda de prensa el número dos de los comunistas, Dmitri Nóvikov.
Desde la cárcel Navalni aseguró que los candidatos apoyados por el “Voto Inteligente”, una lista alternativa para desbancar a Rusia Unida, habían ganado en 11 de las 15 circunscripciones de Moscú y en siete de las ocho de San Petersburgo.
En cambio, aunque dichos candidatos opositores lideraban en sus distritos hasta casi el final del escrutinio, los resultados dieron un vuelco al sumarse en el último momento los datos del voto electrónico, lo que ha despertado toda clase de suspicacias.
“Lo venía venir. El voto electrónico está pensado como una máquina de falsificación. Es imposible de controlar. Fue una falsificación de la voluntad popular. Definitivamente se confirmó que Rusia es una dictadura y su poder autoritario”, apuntó Mitrojin, que perdió en el último momento ante un desconocido candidato independiente vinculado con el Kremlin.
Tanto la presidenta de la Comisión Electoral Central (CEC), Ella Pamfílova, como el Kremlin restaron importancia a las infracciones, aduciendo que no influyeron en el resultado final de los comicios.
Pamfílova, quien aseguró que el ruso es “uno de los sistemas electorales más transparentes del mundo”, admitió la anulación de más de 26.000 votos en 35 regiones y ordenó a las comisiones electorales locales cancelar los resultados de la votación en los colegios donde surja “la mínima duda”.
“La limpieza de las elecciones es lo primero”, dijo Pamfilova, quien añadió que “la imagen de Rusia” está en juego.