La presidenta del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina, reconoció que la economía del país enfrenta presiones externas que podrían persistir indefinidamente, lo que reduce las esperanzas de que las condiciones vuelvan a ser las de antes de que Rusia enviara tropas a Ucrania.
“Me parece que es obvio para todos que no será como antes”, dijo en una sesión del Foro Económico Internacional en San Petersburgo, un encuentro anual dirigido a inversionistas. “Las condiciones externas han cambiado durante mucho tiempo, si no para siempre”, añadió.
Rusia se ha visto afectada por una amplia variedad de sanciones después del inicio de la operación militar en Ucrania, incluyendo la exclusión a sus bancos más importantes del sistema de pago internacional Swift y prohibiciones de vuelos de Occidente. Cientos de empresas extranjeras han suspendido sus operaciones en Rusia o se han retirado por completo.
Las consecuencias de esas medidas aún no han sido evaluadas completamente.
El ministro de Desarrollo Económico, Maxim Reshetnikov, dijo en la misma sesión que el pronóstico es que el Producto Bruto Interno (PBI) de Rusia caerá 7.8% este año, pero “en el último mes, ha habido una ola de mejoras en las evaluaciones y los pronósticos”.
Muchos funcionarios rusos han tratado de minimizar las sanciones alegando que las empresas rusas pueden hacerse cargo.
La financiación del gobierno podría ayudar a esos esfuerzos, pero el ministro de Finanzas, Anton Siluanov, advirtió que tales medidas podrían ser exageradas.
“Ahora escuchamos: ‘Obtengamos más fondos, invirtamos más allí’... esa medicina presupuestal no debería convertirse en un narcótico”, indicó.
Luego que el rublo perdió hasta la mitad de su valor en las primeras semanas del conflicto de Ucrania, Rusia tomó medidas importantes para apoyarlo, lo que llevó a un repunte que lo impulsó a niveles no vistos en años.
Sin embargo, eso ha encarecido las exportaciones rusas. Mientras tanto, muchos países están actuando para disminuir su dependencia del petróleo y el gas natural rusos.