Dos entidades del Banco Mundial (BM) proporcionaron una financiación récord de US$ 75,000 millones el año pasado, según una carta de su presidente, en momentos en que los países en desarrollo enfrentaban crisis como el cambio climático y la invasión rusa a Ucrania.
La ayuda llegó cuando los países salían de la pandemia de COVID-19 y debieron además afrontar las consecuencias de la guerra en Ucrania y el aumento de la inflación, al tiempo que el cambio climático trajo más devastación, dijo el presidente del BM, David Malpass, en una carta a la que tuvo acceso la AFP.
La asistencia el año pasado estuvo un 35% por encima del promedio de los últimos cuatro años, agregó.
La asistencia del BM fue parte de un paquete de respuesta a la crisis global, que involucró hasta US$ 170,000 millones en financiamiento durante 15 meses.
Ello colaboró a abordar una serie de problemas que van desde la inseguridad alimentaria hasta la recuperación del crecimiento, dijo Malpass en la carta a las autoridades del banco, generalmente los ministros de finanzas u otros funcionarios de los países.
En particular, el Banco Mundial entregó US$ 31,700 millones en financiamiento para el clima el año pasado y canalizó otros 18,000 millones hacia Ucrania desde el comienzo de la guerra.
El BM había trabajado para financiar los servicios esenciales del gobierno ucraniano, mientras preparaba una nueva serie de operaciones para abordar necesidades urgentes y reparaciones en sectores clave como la salud y la energía.
Los fondos provinieron del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y de la Asociación Internacional de Fomento, ambas instituciones del Banco Mundial.
“Mirando hacia 2023, el mundo enfrenta desafíos igualmente abrumadores”, dijo Malpass.
Y agregó: “Es vital reducir la carga de la deuda insostenible, promover la transparencia de la deuda e impulsar la inversión para aumentar los empleos, la productividad y la producción”.
Fuente: AFP