Un municipio del norte de Suecia comenzó el miércoles a cerrar sus instalaciones públicas, incluidos los lugares para practicar deporte, saunas y bibliotecas, después de lo que calificó de una propagación “descontrolada” del COVID-19.
El pequeño municipio de Gallivare, a 1,000 km al norte de la capital sueca y con unos 17,000 habitantes, informó en su página web que la propagación está fuera de control y es peligrosa.
“De una situación de hace dos semanas en la que estábamos cerca de cero casos, ahora asistimos a una propagación descontrolada”, dijo Stefan Nieminen, jefe de comunicación para la crisis en el distrito de Gallivare.
Un número cada vez mayor de vecinos de Gallivare han dejado de acudir a sus puestos de trabajo debido a la enfermedad, dijo, añadiendo que esto sugiere que el brote está más extendido de lo que muestran las estadísticas oficiales. Gallivare ha registrado 128 casos confirmados desde que comenzó la pandemia.
La región de Norrbotten, donde se encuentra Gallivare, informó que ha registrado 55 nuevos casos y cuatro muertes entre martes y miércoles. Norrbotten, donde viven unas 250,000 personas, ha informado de 800 casos y 63 muertes desde el comienzo de la pandemia, incluidos las últimas cifras.
La página web de Gallivare describió los datos de Norrbotten como “una alarmante frecuencia de casos nuevos”.
Nieminen dijo que Gallivare está estudiando la posibilidad de interrumpir el transporte público hacia y desde la localidad y que dispondría de más información a lo largo del miércoles.
Este brote llega en un momento difícil para las autoridades suecas, ya que a principios de esta semana se relajaron las restricciones al viaje a nivel nacional.
Los vecinos nórdicos de Suecia han mantenido sus fronteras cerradas con el país, aludiendo al alto nivel de propagación.
Cerca de 5,000 personas han muerto a causa del COVID-19 en Suecia, que a diferencia de la mayoría de los países de Europa occidental no optó por un confinamiento total, manteniendo abiertas la mayoría de sus escuelas y casi todos los negocios, y trató de poner coto al virus mediante restricciones de carácter voluntario y recomendaciones sobre el distanciamiento social.