Algunas personas vacunadas en Estados Unidos dicen sentirse frustradas de tener que volver a usar tapabocas después de haberse cuidado durante tanto tiempo a la espera de una vacuna. ¿Es realmente es necesario que los adultos sanos y completamente vacunados en EE.UU. vuelvan a usarlo?
Sin duda, muchos están sintiendo un poco el latigazo en las últimas semanas. Estuvimos en cuarentena, usamos tapabocas mientras esperábamos pacientemente una vacuna que nos permitiera retomar algo parecido a nuestra vida normal.
Llegaron las vacunas, empezamos a salir de nuestra hibernación y... bueno, llegó delta.
El gran problema de una enfermedad infecciosa emergente es que constantemente aprendemos más sobre la misma y, en el caso del COVID-19, también cambia con frecuencia. Eso significa que nuestro comportamiento también tiene que ser ágil. Todavía hay muchos estudios en curso, pero en este punto parece que delta no solo es mucho más contagiosa que otras variantes del virus, sino que también se propaga entre personas que están completamente vacunadas en algunos casos.
”Las capacidades de refuerzo inmunológico de las vacunas varían según la persona”, dice Bertha Hidalgo de la Universidad de Alabama, Birmingham. “Por ejemplo, sabemos que en las personas inmunodeprimidas, la vacuna puede no provocar una respuesta inmune fuerte al menos en comparación con las personas no inmunodeprimidas”.
En este momento, el uso del tapabocas en medio de multitudes o en ambientes interiores no es solo para proteger a las personas no vacunadas. Es para proteger a las personas vacunadas para quienes la vacuna quizás no fue tan efectiva. Y también es para proteger a la población.
“La vacuna no crea alrededor del individuo un campo de fuerza mágico que repele el virus”, dice Hidalgo.
Esto es lo que motivó a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades a recomendar el uso de tapabocas en interiores nuevamente en áreas donde hay una transmisión significativa del virus.
La buena noticia es que ahora mismo, si está vacunado, tiene mucha más protección que cualquiera de nosotros antes de la vacuna. La gran mayoría de las hospitalizaciones debido a COVID-19 actualmente se encuentran entre personas no vacunadas. Eso significa que las vacunas todavía están haciendo su trabajo (y cada vez más personas también se apresuran a vacunarse en los lugares más afectados por la variante).
”Las personas aún pueden contagiarse, pero con la vacuna el sistema inmunológico responde tan rápido que la persona no tiene la oportunidad de sentirse enferma, o tal vez se siente leve o moderadamente enferma”, dice Hidalgo.
Aún así, evitar el hospital no significa que tener COVID no sea gran cosa. Y cuanto más circula el virus, mayor amenaza representa para todos nosotros, no solo para los no vacunados. Entonces, frente al delta, es mejor que todos volvamos a practicar un poco más de precaución.