Ecuador pagó anticipadamente los préstamos de firmas de Wall Street como Goldman Sachs Group Inc. y Crédit Suisse Group AG luego de que una venta masiva de bonos de la nación provocara pagos extra a los bancos.
El Ministerio de Economía y Finanzas cerró los acuerdos por un total de aproximadamente US$ 1,000 millones el mes pasado, según un informe interno visto por Bloomberg.
Los préstamos a cuatro años, que datan del 2018, parecían una medida para ahorrar costos, ya que los dos bancos ofrecieron términos más baratos que las tasas de interés del mercado de bonos.
Para asegurar los acuerdos, el Gobierno del presidente Lenín Moreno tuvo que dar bonos por valor de casi US$ 2,500 millones como garantía con pagos potenciales si hubiera una gran caída en los bonos.
Efectivamente, una venta masiva en febrero en medio de precios del petróleo más débiles provocó un pago de aproximadamente US$ 260 millones. Una caída aún más pronunciada en marzo, a medida que la pandemia de coronavirus empeoraba, provocó otro de más de US$ 500 millones.
Los pagos consumieron efectivo esencial mientras Ecuador se enfrentaba a uno de los peores brotes de COVID-19 en la región y se vio obligado a posponer los pagos de la deuda.
“El Gobierno parece haberse salido del lío en el que se metió, aunque a un costo importante”, dijo Andrés Arauz, exdirector general del banco central de Ecuador bajo el predecesor de Moreno, Rafael Correa.
“El hecho de que ciertos acreedores reciban el valor total de su inversión, mientras que los bonistas difirieron sus cupones y las moras internas crecieron, dificultará que este Gobierno negocie un acuerdo creíble”.
Voceros de Goldman y Crédit Suisse se negaron a comentar sobre los acuerdos, al igual que funcionarios del Ministerio de Economía de la nación.
La administración de Moreno llegó a un acuerdo con los tenedores de bonos el mes pasado para retrasar los pagos de intereses hasta mediados de agosto, dándole tiempo para asegurar un nuevo financiamiento del Fondo Monetario Internacional antes de reanudar las negociaciones.
“Es una preocupación menos”, dijo Siobhan Morden, director de estrategia de renta fija para América Latina de Amherst Pierpont Securities en Nueva York. “Hay US$ 18,000 millones en eurobonos. Ese es el enfoque principal”.