Con un descenso en la última semana de 25% en los nuevos casos de coronavirus, el Gobierno de Chile asegura que el país vive una “leve mejoría” y que la disminución en el número de test PCR se debe a que hay menos personas con síntomas, pero ¿hasta qué punto esta variable refleja un alivio de la pandemia?
Chile es el país latinoamericano que más exámenes del COVID-19 por millón de habitantes realiza a diario: en junio hizo 17,568 test de promedio. Pero los últimos dos días han caído a casi la mitad, con poco más de 10,000 pruebas PCR.
En paralelo, las autoridades sanitarias hablan de una “leve mejoría” porque los contagios se han reducido por debajo de los 3,000, luego de varias semanas informando de más de 4,000 casos diarios, lo que según los datos gubernamentales equivale a una disminución de los contagios de 25% en los últimos siete días y de 21% en los últimos 14 días.
Para los expertos es difícil discernir si las esperanzadoras cifras dan cuenta de un freno real en las nuevas infecciones o si es consecuencia directa de hacer menos testeo.
Gobierno dice que hay menos personas con síntomas
“Existe un menor número de personas que están presentando síntomas y que se están acercando a los establecimientos de salud” a hacerse test, afirmó el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga.
Al ser preguntado por la drástica reducción de los exámenes, Zúñiga alegó que “obviamente se puede respaldar porque la tasa de positividad sigue bajando”.
Sin embargo, el índice de positividad, es decir, el porcentaje de contagios detectados entre el total de diagnósticos, todavía oscila en torno a 24%, por lo que los expertos coinciden que es demasiado elevada como para poner freno a la detección del coronavirus SARS-CoV-2.
Ricardo Soto, virólogo de la Universidad de Chile, dijo que “si no se baja del 10% de positividad -lo que recomienda la OMS- no se puede pensar en volver a la normalidad”.
“El principal problema que tenemos es social, todavía hay mucha gente que sale a buscar a diario lo que comerá esa misma noche”, lamentó.
El doctor en Ciencias de la Salud Pública de la Universidad de Toronto Jaime Sapag hizo un llamado a aprovechar el potencial del país austral: “Debemos pensar que hay muchas personas con el COVID-19 sin síntomas y por eso es importante avanzar en estrategias de detección y trazabilidad mucho más activas”.
El país austral dispone de una red de 103 laboratorios con capacidad para procesar 23,000 muestras cada día.
Con más de 284,000 contagios, Chile es el séptimo país con más contagios del COVID-19 a nivel mundial, por encima de Italia y España, y los fallecidos superan los 9,000, entre confirmados y sospechosos.
La necesidad de salir a buscar a los contagiados
Cristobal Cuadrado, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, dijo que es “muy problemático” que el sistema de Salud no busque “activamente” a los infectados del COVID-19 dada la alta positividad.
“Quizas la gente está consultando menos en los centros de salud, pero esto no significa necesariamente que la circulacion viral haya disminuido”, señaló Cuadrado, que dirige el proyecto “MOVID”, una investigación de la Universidad de Chile con el Colegio Médico que analiza la evolución de la pandemia.
Para el experto, el Gobierno debería implementar medidas como el “testeo comunitario” en zonas con gran presencia del virus o formas más innovadoras, como tomar muestras a personas desde dentro de sus vehículos para evitar que tengan que ir a un centro de salud.
En este sentido, fuentes del Ministerio de Salud confirmaron a Efe que están "reforzando" la estrategia de los exámenes a domicilio ya que menos personas acuden a los consultorios por distintos motivos, como el frío que trajo el invierno austral.
La “leve mejoría” de Chile
“Lo que hemos llamado leve mejoría se sostiene en los datos que informamos, y los datos a nivel nacional son buenos, le duela a quién le duela”, afirmó taxativo este jueves el ministro de Salud, Enrique Paris.
El jefe ministerial subrayó que la curva de contagios en la Región Metropolitana, el principal foco de la pandemia y donde se ubica Santiago, está empezando a descender.
La capital lleva un mes y medio en cuarentena obligatoria, aunque algunos barrios del centro están encerrados desde finales de marzo, uno de los confinamientos más largos del mundo.
El experto en Salud Pública Cristobal Cuadrado reconoció que “objetivamente” hay indicadores que apuntan a una mejora, pero criticó que “la magnitud que se está comunicando no es la correcta” por la falta de pruebas PCR.
En la misma línea, Jaime Sapag, magíster en Salud Pública de la Universidad Católica de Chile, recomendó “cautela” a las autoridades: “Hay que ser muy cuidadosos con la terminología para que haya la menor confusión posible”.