El programa de emergencia del Banco Central Europeo (BCE), que consiste en compras masivas de deuda pública, “podría prolongarse” más allá de finales del 2020, anunció la presidenta de la institución, Christine Lagarde.
Este dispositivo, lanzado en marzo para amortiguar los efectos del ‘shock’ económico provocado por la pandemia del Covid-19, “continuará hasta que (el BCE) considere que la crisis del coronavirus ha sido superada, y cualquiera sea el caso (al menos) hasta fin de año”, explicó, añadiendo que el programa podría “estirarse” aún más allá de esa fecha.
“El PEPP es la mejor herramienta de que disponemos” para contrarrestar el ‘shock’ económico a causa del coronavirus, añadió, refiriéndose al programa por sus siglas.
En este contexto, el BCE está dispuesto a revisar la “composición” del PEPP, o sea la distribución de las compras de deuda pública o privada por su parte, así como su “dimensión”, y esto “cuando sea necesario” y durante “todo el tiempo que sea necesario”, señaló el comunicado sobre política monetaria.
Aunque el PEPP responde a reglas de compra flexibles, este jueves no se discutió integrar las obligaciones que se han vuelto “podridas”, a causa de su degradación por parte de las agencias de calificación financiera, añadió Lagarde. No obstante, esta excepción ya es aplicada a los títulos emitidos por Grecia.
El programa de emergencia es, sin embargo, solamente una parte de las herramientas anticrisis del BCE, que tiene “un poder de fuego de más de un billón de euros”, destacó su presidenta.