La Comisión Europea propuso a los países miembros del bloque que permitan el ingreso de personas provenientes de terceros países que hayan sido plenamente inmunizadas con vacunas contra el COVID-19 reconocidas por la Unión Europea (UE).
“La Comisión propone permitir la entrada a la UE por motivos no esenciales no sólo a las personas procedentes de países con una buena situación epidemiológica, sino también a las personas que hayan recibido la última dosis recomendada de una vacuna autorizada por la UE”, indicó la institución en un comunicado.
De acuerdo con la propuesta cursada a los países del bloque, los viajeros a quienes sería permitido el ingreso a la UE en viaje no esencial deberán haber recibido sus vacunas 14 días antes de la llegada.
La UE reconoce por ahora formalmente cuatro vacunas contra el COVID-19, las desarrolladas por BioNTech-Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson.
Sin embargo la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) podría añadir otras vacunas a ese listado.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había opinado la semana pasada que los turistas estadounidenses ya inmunizados deberían poder ingresar a la UE en los próximos meses.
La UE está preparando el establecimiento de un certificado sanitario de alcance europeo, que pretende implementar en forma operativa a fines de junio.
La UE cerró sus fronteras exteriores en marzo del 2020 a viajes “no esenciales” y estableció a partir de junio una lista restringida, revisada periódicamente, de terceros países cuyos residentes pueden ingresar al territorio del bloque.
Desde finales de enero están en esa lista Australia, Nueva Zelanda, Ruanda, Singapur, Corea del Sur, Tailandia, y aunque incluye a China este caso está sujeto a reciprocidad.
La Comisión propone ahora ampliar esta lista, flexibilizando el criterio de la tasa de incidencia en 14 días, que se elevaría de 25 a 100 por cada 100,000 habitantes, nivel muy por debajo del promedio actual de la UE, de más de 420 personas por cada 100,000.
Sin embargo, la propuesta contempla un mecanismo para suspender rápidamente las llegadas en caso de que la situación epidemiológica de un país se deteriore, en particular debido a una variante.