Colombia necesita disminuir cuidadosamente los subsidios a los combustibles para reducir el déficit fiscal sin exacerbar su problema de inflación, según el ministro de Hacienda del país.
José Antonio Ocampo estima que los subsidios a la gasolina y el diésel otorgados a través de la petrolera estatal Ecopetrol costarán a las arcas públicas alrededor del 2.5% del producto interno bruto este año y el 2.1% en 2023.
“Hay que hacer lo que no hizo el Gobierno pasado, o sea, hay que ir ajustando los precios de gasolina y ACPM”, dijo durante una entrevista el jueves. “Una preocupación importante es cuál es el efecto sobre la inflación en las circunstancias actuales”.
El país andino tiene uno los costos de combustibles más baratos de la región, solo detrás de Venezuela y Bolivia, ya que el Gobierno ha acudido a subsidios para evitar que los precios internos aumenten a la par de los costos internacionales del crudo. Ocampo tomó las riendas de la economía colombiana el mes pasado, cuando Gustavo Petro asumió la presidencia.
Todavía no hay una decisión sobre cuándo comenzarán a aumentar el precio del combustible, dijo el ministro, y agregó que se manejará de manera diferente el ACPM y la gasolina, ya que el primero tiene un impacto más amplio en los costos de producción.
El aumento de los precios del combustible se ha convertido en un tema extremadamente delicado para los Gobiernos de todo el mundo tras la pandemia de covid-19 y la invasión rusa a Ucrania. En América Latina, ha causado malestar social e inestabilidad política en países como Ecuador, Panamá y Perú.
Inflación de oferta
La inflación anual de Colombia se sitúa en el 10.84%, un máximo de 23 años, ya que los precios de los alimentos aumentaron casi un 26% en agosto respecto al año anterior y la demanda se ha recuperado de la pandemia.
Ocampo dijo que los costos de los alimentos representan una gran parte de la inflación actual, que posiblemente ya haya tocado techo. “Aunque puede decirse que hay un poco de exceso de demanda en Colombia, realmente el tema de fondo es de oferta”, dijo.
El Gobierno implementará un plan para mitigar el impacto de la inflación en la población pobre, dijo Ocampo, y agregó que los precios de la electricidad podrían incluso bajar. Anteriormente esta semana, Petro instó a las autoridades del sector energético a explicar por qué los costos de la electricidad habían aumentado más del doble de la tasa de inflación.
El ministro dijo que las autoridades de política monetaria deberían considerar los riesgos de las salidas de capital y no pueden ignorar cómo otros bancos centrales, incluida la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, aumentan los costos de endeudamiento.
Reforma tributaria
La Administración del presidente Petro busca aumentar los ingresos del Gobierno en 25 billones de pesos (US$ 5,700 millones) en el 2023, o el 1.7% del PBI, a través de impuestos más altos para los ricos y mayores gravámenes sobre los dividendos, el gas y las compañías petroleras.
Legisladores han presionado al Gobierno para que cambie sus propuestas de impuestos sobre dividendos y ganancias de capital, lo que afectaría significativamente los ingresos fiscales propuestos, dijo Ocampo, y agregó que la próxima semana presentará cambios a su plan inicial.
Colombia registró uno de los ingresos fiscales más bajos entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con alrededor del 19% del PBI en el 2020 en comparación con un promedio de alrededor del 34% para sus pares.
Es posible que las comisiones económicas del Congreso realicen la votación sobre la reforma tributaria durante la última semana de setiembre. El Gobierno propuso un aumento de alrededor de US$ 2,500 millones a su propuesta de presupuesto para el 2023, y se necesita recaudar más si aumenta el gasto social.
Mayor déficit
Ocampo dijo que el déficit presupuestario de Colombia para el 2023 ahora se pronostica en el 4% del PBI desde una estimación anterior del 3.6%, sin incluir los subsidios a los combustibles, y en comparación con el 5.6% este año, ya que la economía crecerá por debajo de su tendencia a largo plazo. El Gobierno estima que la economía crecerá un 7.7% este año y un 1.8% en el 2023.
Es poco probable que el país registre un superávit fiscal primario el próximo año, como se lo proponía el Gobierno anterior, dijo Ocampo, y agregó que el ajuste fiscal podría ser más gradual en los próximos años.
“Vamos a ver si hay que cambiar ligeramente la velocidad de qué tan rápido vamos a hacer” el ajuste, dijo Ocampo, quien calificó la regla fiscal actual como muy estricta. “Pero vamos a cumplir la regla fiscal”.
El Gobierno puede completar su plan de financiamiento externo para el 2022 exclusivamente con créditos multilaterales y financiamiento de agencias de naciones desarrolladas, incluida China.
“Este año no ha habido venta de bonos, y con las condiciones actuales no la habrá”, dijo.