El presidente colombiano, Iván Duque, agradeció los fondos aprobados por la comunidad internacional para los países que reciben a los migrantes venezolanos, pero enfatizó en que se requieren mecanismos para el desembolso rápido de esas ayudas.
Así lo expresó el jefe de Estado colombiano durante su intervención virtual en la Conferencia Internacional de Donantes en solidaridad con los refugiados y migrantes venezolanos en los países de la región, en el contexto del coronavirus, convocada por la Unión Europea (UE) y el Gobierno de España, con el apoyo de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
"Mi mensaje es, primero, de gratitud por esta reunión. De gratitud en el sentido de las manifestaciones y aportes, pero creo que necesitamos que los aportes se consoliden en monto, se consoliden en velocidades de desembolso, en la periodicidad de los mismos y la debida focalización", dijo Duque.
Contribuciones internacionales
La conferencia de donantes en apoyo de los migrantes y refugiados venezolanos y los países latinoamericanos que los acogen reunió este martes contribuciones internacionales por 2,544 millones de euros (US$ 2,790 millones), ante una llamada a la solidaridad en una situación agravada por el COVID-19.
De esas contribuciones, 595 millones de euros (US$ 653 millones) corresponden a donaciones, precisó la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.
Mecanismos expeditos
Duque reiteró que valora "los esfuerzos de los países donantes en esta reunión, pero también quisiera precisar que lo que hay que buscar son instrumentos de rápido desembolso, y donde nosotros no tengamos tanta condicionalidad atada a peregrinajes administrativos, que pueden entorpecer los flujos de esos recursos".
Según cifras del Gobierno colombiano en el país viven unos 1.8 millones de venezolanos que salieron de su país, sumido en una crisis social, económica y política.
El gobernante colombiano insistió en que "lo que nosotros estamos viendo en Venezuela es la más grande crisis migratoria y humanitaria que se haya visto en nuestro continente, en la historia reciente".
Añadió que una situación similar se vive en Ecuador, Perú y Chile, y cuando se compara con otros casos a nivel mundial, "estamos hablando de que esta es la segunda crisis más grande después de la crisis de Siria, donde cerca de 6.2 millones de personas salieron de ese territorio".
"La gran mayoría de países hemos asumido un reto social y económico", manifestó Duque, y explicó que los países que han "absorbido esos movimientos migratorios" aplicaron "muchísimas medidas de carácter social y económico que traen costos elevados".
Detalló que "las cifras que Colombia ha podido estar destinando por año superan los US$ 1,000 millones en los últimos tres años".
Riesgo para la región
De otro lado, Duque advirtió que a la comunidad internacional "que si no termina rápidamente esa dictadura en Venezuela, esta situación (migratoria) se va a agravar, y mucho más en el campo de lo que estamos viviendo por la pandemia del COVID-19".
Indicó que las condiciones de las unidades de cuidados intensivos en el vecino país "son altamente precarias", lo mismo que la información epidemiológica y las cifras de contagio y de muertes por el coronavirus.
“La poca certeza sobre la información de contagios y de decesos puede constituirse en una bomba de tiempo, donde, ante las carencias, eventualmente se van a presentar más presiones sobre los países limítrofes”, apostilló Duque.