Se anticipa que China comience a evitar las importaciones de petróleo desde Estados Unidos conforme aumenta la tensión comercial entre ambos países, según comercializadoras y analistas.
Luego del recrudecimiento del conflicto en los últimos días, algunos compradores chinos probablemente comenzarán a reducir las compras de petróleo de EE.UU. anticipando que Pekín impondrá aranceles, según comerciantes que suministran crudo estadounidense a China, que pidieron no revelar su identidad.
Cuotas compensatorias de represalia al gas natural y la soja estadounidense ya han reducido las importaciones chinas de esos productos. Sumar el petróleo altera aún más lo que debería ser una relación energética de beneficio mutuo entre el mayor productor e importador de crudo del mundo. EE.UU. superó a Arabia Saudita y Rusia en el primer lugar el año pasado, mientras que China se convirtió en el mayor comprador en 2017.
Si el presidente de los EE.UU., Donald Trump, implementa nuevos aranceles desde el 1 de setiembre, es probable que Pekín responda con cuotas a la mayoría o todas sus importaciones desde el país norteamericano, incluido el petróleo, escribió en una nota Michal Meidan, director del China Energy Programme del Oxford Institute for Energy Studies.
"Parece que un arancel al petróleo crudo es inevitable si las cosas se intensifican", señaló Li Li, analista de la firma de investigación sobre commodities con sede en Shanghái ICIS-China.
Un comerciante de una compañía que suministra a China y tiene un contrato a largo plazo para comprar crudo estadounidense indicó que Pekín probablemente aplicará aranceles de represalia, aunque no ha habido notificación oficial de tal medida. Otros dos comerciantes que regularmente venden crudo estadounidense a China esperan que las refinerías frenen las compras para mostrar su apoyo al presidente Xi Jinping, incluso si no se aplican aranceles.
Representantes de Sinopec, la mayor refinería china, y PetroChina, su mayor petrolera, no respondieron de inmediato a correos electrónicos en busca de comentarios.
Si bien el comercio de petróleo entre EE.UU. y China no es grande, perder el acceso puede hacer que algunas refinerías chinas tengan problemas para conseguir el petróleo más liviano y bajo en azufre que produce EE.UU. Esos grados tienden a producir combustibles más limpios que tienen una gran demanda debido a las nuevas normas internacionales sobre despachos de combustible, que entrarán en vigencia el próximo año. EE.UU. produjo alrededor del 41% del petróleo mundial de baja densidad y bajo contenido de azufre en el 2018, en comparación con cerca del 14% en el 2000, según datos de la petrolera Eni.
China comenzó a comprar petróleo de EE.UU. a mediados de 2015, con un pico de 2 millones de toneladas en enero de 2018, lo que equivale a cerca del 5% de las importaciones totales. Esas compras se detuvieron entre octubre y marzo tras el estallido de la guerra comercial, pero aumentaron nuevamente el último trimestre, llegando a 769.000 toneladas en junio.
En el mar del Norte, partes de África y Asia central se producen grados de crudo más livianos que son similares en calidad al petróleo de EE.UU. China ha comprado más petróleo del Reino Unido a medida que se ha ido intensificando la guerra comercial. Las compras promedian 1,08 millones de toneladas al mes este año, en comparación con 644,000 toneladas mensuales en el 2018.
Una interrupción de los flujos de petróleo estadounidense con destino a China sería un síntoma de una guerra comercial que empeora, lo que puede afectar aún más la perspectiva de la demanda mundial, planteó Meidan.
“Aunque los exportadores estadounidenses encontrarán destinos alternativos para estos barriles”, expuso Meidan, “las perspectivas de una economía mundial aún más inestable incidirán en el complejo petrolero”.