China, uno de los mayores socios comerciales del Mercosur, sobrevuela las deliberaciones del mayor bloque suramericano que, embarcado desde hace años, en una compleja negociación comercial con la Unión Europea (UE), parece ahora estar más dispuesto al debate interno sobre un potencial acuerdo con el gigante asiático.
Uruguay insiste hace tiempo con la necesidad de firmar -como bloque o en solitario- un tratado de libre comercio (TLC) con China, algo a lo que se han opuesto históricamente sus socios en Mercosur: Paraguay por razones de estrategia diplomática, y Brasil y Argentina, reacios a abrir sus mercados a las competitivas manufacturas chinas.
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Pero en los últimos meses las tensiones internas generadas por esta espinosa cuestión han virado hacia un escenario más propicio para que el bloque suramericano se permita abrir un debate sobre la alternativa de explorar algún tipo de acuerdo comercial con Beijing.
En el Mercosur, bloque que celebrará el próximo lunes y martes su cumbre semestral en Puerto Iguazú (Argentina), solo se pueden negociar acuerdos comerciales con terceros países como bloque y no en forma individual.
Ante la negativa de sus socios a abrir negociaciones conjuntas con China y también a flexibilizar las normas internas para que Uruguay pudiera buscar un acuerdo en solitario, en julio de 2022 Montevideo decidió de todos modos iniciar conversaciones con China para cerrar un TLC y, llegado el momento, firmarlo, aun a riesgo de salir del Mercosur si para entonces no contara con el aval del resto.
GIRO ESTRATÉGICO
Pero a mediados de abril pasado, pocos días después de una visita del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a Beijing, fue China la que dio un giro a este proceso al comunicar al canciller de Uruguay, Francisco Bustillo, que prefería avanzar en la negociación junto con el resto de los países del Mercosur.
“Cuando Bustillo viajó a China, le dijeron que el acuerdo sólo se hace con el Mercosur, que no se van a arriesgar a entrar en conflicto con los socios más importantes del Mercosur por esto. Así que Uruguay, por ahora, está con las manos vacías”, dijo a EFE Patricio Giusto, director del Observatorio Sino-Argentino.
China adoptó esa posición luego de tomar nota de expresiones del presidente de Brasil respecto a su interés en avanzar hacia un acuerdo Mercosur-China una vez culminadas las negociaciones de un acuerdo de libre comercio con la UE.
Sin embargo, las conversaciones con los Veintisiete no son sencillas. Tras dos décadas de arduas negociaciones, en 2019 la UE y Mercosur alcanzaron un acuerdo político general, dejando pendiente la resolución de algunos aspectos técnicos. Pero esa discusión se complicó por la aparición de nuevas demandas a ambos lados de la mesa.
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AVANCE CHINO
“China es el principal impulsor de un TLC con el Mercosur. Pero en la situación crítica de divisiones que hay en este momento en el bloque, este es uno de los temas más álgidos de debate y no hay acuerdo”, observó Giusto, para quien en el corto plazo es difícil que se logren acuerdos con China y también con la UE.
Mientras tanto, China avanza en el fortalecimiento de sus lazos con los suramericanos.
Beijing se ha vuelto un actor trascendental para Argentina, a la que China asiste con ayuda financiera en un delicado momento para la nación suramericana, donde además las inversiones chinas apuntalan el desarrollo de sectores clave, como la energía y el litio.
Brasil, en tanto, es para China el mayor socio comercial en Latinoamérica, compartiendo además protagonismo en espacios de creciente peso geopolítico, como los BRICS, desde donde bregan por un orden multipolar.
Incluso Paraguay, que no tiene relaciones diplomáticas con Beijing pues reconoce a Taiwán, tiene un importante comercio con China. Y hasta el Ejecutivo que el presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, encabezará a partir de agosto próximo, ha mostrado interés en un eventual acuerdo entre Mercosur y Beijing.
El año pasado Mercosur exportó a China por 100,000 millones de dólares (92,000 millones de euros) e importó desde ese mercado asiático por 83,000 millones de dólares.
Eso representa un cuarto de las exportaciones totales del Mercosur y otro tanto de sus compras, consolidando a China como su mayor socio comercial, y dejando a la UE en segundo lugar, con intercambios por 120,000 millones de dólares (volumen global de comercio) en 2022.
Fuente: EFE