China resaltó hoy que está prestando “mucha atención” a la escalada de tensión en la península de Corea, instando a que se “resuelvan las preocupaciones”, tras el lanzamiento por parte de Corea del Norte de un misil hacía las aguas de su vecino sureño.
“Esperamos que todas las partes involucradas se adhieran a una solución política del problema de la península de Corea y trabajen de manera recíproca para evitar que la situación se intensifique a su vez”, afirmó en una rueda de prensa Zhao Lijian, uno de los portavoces del Ministerio chino de Exteriores.
El vocero de la Cancillería, citado por la prensa local, agregó que ambas partes “deben tratar de mantener la paz y la estabilidad” además de reclamar que “la tensa situación” creada no se agrave.
Corea del Norte disparó hoy tres misiles balísticos de corto alcance, uno de los cuales cayó a poco más de 50 kilómetros de la costa oriental de Corea del Sur, informó el ejército sureño.
Este lanzamiento, el número 36 que hace Corea del Norte este año y que es una cifra récord, coincide con la celebración de las primeras maniobras aéreas a gran escala por parte de las Fuerzas Aéreas del Sur y EE.UU.
Rusia y China se desmarcaron a principios del mes pasado en el Consejo de Seguridad de la ONU de una condena generalizada al por entonces último ensayo con un misil balístico llevado a cabo por Corea del Norte, un proyectil que por primera vez desde 2017 sobrevoló el territorio de Japón.
Salvo Rusia y China, todos los miembros del Consejo de Seguridad criticaron el lanzamiento norcoreano y recordaron que viola varias resoluciones de Naciones Unidas, con un buen número de ellos pidiendo medidas adicionales contra el Gobierno de Pionyang, al que se han impuesto duras sanciones internacionales.
Tanto Moscú como Pekín culparon a Estados Unidos y sus aliados de esos ensayos armamentísticos norcoreanos, asegurando que se llevaron a cabo en respuesta a sus maniobras militares en la región.
La tensión en la península se ha incrementado a niveles peligrosos en los últimos meses, ante los insistentes lanzamientos norteños, las maniobras de los aliados y la posibilidad de que Pionyang realice su primera prueba nuclear en cinco años, tal y como apuntan los satélites.