El robo de cátodos de cobre, placas de una pureza casi total que pesan 80 kilos y tienen un gran valor económico, en los trenes del norte del país es un fenómeno que ha aumentado en Chile en los últimos años. (Foto: Reuters).
El robo de cátodos de cobre, placas de una pureza casi total que pesan 80 kilos y tienen un gran valor económico, en los trenes del norte del país es un fenómeno que ha aumentado en Chile en los últimos años. (Foto: Reuters).

La compañía de transporte Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB), una de las más importantes de Chile, suspendió la noche del sábado la circulación ferroviaria de cátodos de cobre en la Región de Antofagasta a causa de reiterados robos armados.

“Considerando la grave situación de seguridad que nos afecta y que pone en claro riesgo la integridad de nuestros trabajadores, la suspensión de los servicios de transporte se extenderá hasta contar con las garantías suficientes que generen tranquilidad a nuestros operadores y también a nuestros clientes”, sostiene la sociedad en un comunicado publicado en sus redes.

De acuerdo con el escrito, firmado por la gerencia general de FCAB, que opera 700 kilómetros de ferrovías en el norte de Chile, quienes realizaron los robos han sido “bandas organizadas y fuertemente armadas” y “han afectado de manera violenta y traumática a nuestros trabajadores”.

Según informó la prensa local, la interrupción del servicio puede afectar a las labores de varias mineras de la zona como Centinela, El Abra, Zaldívar, Escondida, Chuquicamata, Spence y Gabriela Mistral.

El diputado independiente por la zona Sebastián Videla, llamó al Gobierno de Gabriel Boric a decretar el Estado de excepción en la zona “para el cuidado de la infraestructura crítica”.

Un negocio lucrativo

El robo de cátodos de cobre, placas de una pureza casi total que pesan 80 kilos y tienen un gran valor económico, en los trenes del norte del país es un fenómeno que ha aumentado en Chile en los últimos años.

Bandas organizadas, con preparación y logística, que conocen la zona y el trayecto del ferrocarril, abordan de forma violenta y en pleno desierto de Atacama a los trabajadores de la empresa para sustraer el cobre que transportan los trenes desde las minas hasta los puertos.

El robo y venta de cobre constituye un negocio ilícito pero lucrativo. Según medios locales, entre 2021 y mayo de 2022 se contabilizaron una treintena de denuncias vigentes interpuestas por Ferrocarril Antofagasta Bolivia.

El atraco más reciente ocurrió durante la noche del pasado jueves, cuando un grupo armado sustrajo los cátodos de cobre del tren, luego de intimidar y atar a los maquinistas.