Chile inauguró la primera planta termosolar de América Latina, Cerro Dominador, en pleno desierto de Atacama, el más árido y con mayor radiación solar del mundo, un proyecto orientado a conseguir la neutralidad en carbono comprometida para el 2050.
En un área circular de más 700 hectáreas, más de 10,600 heliostatos (espejos) rodean una torre de 250 metros de altura en cuya cúspide se reflejan los rayos del sol. Allí se ubica un receptor que contiene sales fundidas, que se calientan a más de 560 grados Celsius para generar vapor de agua que mueve una turbina que genera 10 MW de electricidad limpia.
Esta infraestructura se combina con una planta fotovoltaica adyacente y ambas suman un total de 210 MW de energía renovable.
“Nos va a permitir ahorrar más de 600,000 toneladas de emisiones de CO2 al año. Eso es equivalente a lo que emiten 300,000 automóviles en un año”, afirmó el presidente de Chile, el conservador Sebastián Piñera, durante la inauguración del proyecto, cuya construcción comenzó en el 2014 y tiene la capacidad de generar energía durante las 24 horas del día.
Licitado por las españolas Abengoa y Acciona, la planta termosolar está ubicada cerca del municipio de María Elena, a unos 200 kilómetros al este de la costera ciudad de Antofagasta, en medio del desierto de Atacama, a unos 3,000 metros sobre el nivel del mar, en el norte del país.
Piñera afirmó que este es un nuevo paso en el compromiso de Chile de renovar su matriz energética para el 2050 y conseguir para entonces la carbono neutralidad asumida en el Acuerdo de París sobre el clima, lo que supone ser un país con cero emisiones netas de CO2.
Para cumplir el compromiso, agregó el mandatario, Chile centra sus esfuerzos en descarbonizar la matriz energética reemplazando el carbón por energías limpias, electrificar el transporte público y mejorar la eficiencia energética, junto con proteger e incrementar los bosques.
“En el 2021 vamos a inaugurar más proyectos de energías limpias en Chile que en toda la historia anterior de nuestro país porque este es un desafío urgente”, dijo Piñera.