Los adultos estadounidenses que no hayan recibido ninguna vacuna contra el COVID-19 deberían considerar la de Novavax, un tipo de vacuna más tradicional, afirmaron funcionarios de salud de Estados Unidos.
Los reguladores autorizaron la primera de las llamadas vacunas proteicas contra el COVID-19 la semana pasada, pero el último obstáculo era la recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
“Si ha estado esperando una vacuna contra el COVID-19 construida con una tecnología diferente a las disponibles anteriormente, ahora es el momento de unirse a los millones de estadounidenses que se han vacunado”, dijo en un comunicado la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC, respaldando una decisión anterior de un panel de asesores.
Hasta ahora, la mayoría de los estadounidenses han recibido al menos sus primeras dosis de alguna de las vacunas contra el COVID-19 que ya han sido aprobadas, pero funcionarios de los CDC dijeron que entre 26 millones y 37 millones de adultos no se han aplicado ninguna dosis. Esa sería la población para la que Novavax estaría dirigida, al menos por ahora.
“Realmente tenemos que enfocarnos en esa población”, señaló el doctor Oliver Brooks, asesor de los CDC y expresidente de la Asociación Médica Nacional. Con suerte, la vacuna “hará que pasen de no estar vacunados a sí estarlo”, añadió.
Si bien no está claro cuántos serán persuadidos por una opción más convencional, “me siento muy optimista sobre esta vacuna”, señaló otro asesor, el doctor Pablo Sánchez, de la Universidad Estatal de Ohio.
La diferencia de Novavax
Todas las vacunas contra el COVID-19 utilizadas en Estados Unidos entrenan al cuerpo para luchar contra el coronavirus ayudándole a reconocer su capa exterior: la proteína de la espícula, y las primeras tres opciones autorizadas en el país convierten las células en una fábrica de vacunas temporal.
Las vacunas desarrolladas por Pfizer y Moderna proporcionan instrucciones genéticas para que el cuerpo haga copias de la proteína de la espícula. La de Johnson & Johnson emplea un virus de resfriado para entregar esas instrucciones.
En contraste, la vacuna Novavax inyecta copias de la proteína de la espícula que son cultivadas en un laboratorio y empaquetadas en nanopartículas que, para el sistema inmunitario, se asemejan a un virus.
Otra diferencia: se añade un ingrediente llamado adyuvante, que se fabrica a partir de la corteza de un árbol sudamericano, para ayudar a acelerar la respuesta inmunológica.
Durante años se han utilizado vacunas proteicas para prevenir otras enfermedades, como la hepatitis B y el herpes.
¿Qué tan bien funciona?
Estudios a gran escala realizados en Estados Unidos, México y Gran Bretaña encontraron que dos dosis de la vacuna Novavax son seguras y tienen una efectividad de 90% para prevenir síntomas de COVID-19.
Cuando emergió la variante delta el año pasado, Novavax reportó que una dosis de refuerzo estimulaba los anticuerpos que combatían el virus y que podían hacer frente a esa variante.
Las reacciones típicas a la vacuna fueron leves, incluyendo dolor en el brazo y fatiga, pero los reguladores advirtieron de un riesgo poco común: una inflamación del corazón, que también se ha observado con las vacunas de Pfizer y Moderna, y la mayoría de los casos han sido de hombres jóvenes.
Pero problemas de fabricación postergaron la llegada de la vacuna Novavax, lo que significa que fue estudiada mucho antes de que apareciera la variante ómicron, así que de momento no está claro cómo responderá ante esta variante elusiva para el sistema inmunitario.
De todas formas, Novavax señala pruebas de laboratorio que muestran que las dos primeras dosis estimulan la producción de anticuerpos que combaten el virus y que son de protección cruzada contra ómicron, incluida la subvariante BA.5, que actualmente es la principal amenaza en Estados Unidos. Una dosis de refuerzo aumenta aún más los anticuerpos de protección cruzada.
¿Cómo usar las vacunas de Novavax?
Los asesores de los CDC respaldaron unánimemente la serie primaria de dos dosis. Pero varios señalaron que era importante que los reguladores autorizaran una dosis de refuerzo para el momento en que los receptores de la Novavax la necesitaran, aproximadamente cinco meses después de la última dosis.
De igual forma, las dos dosis se administran con unas tres semanas de diferencia. Pero los funcionarios de los CDC señalaron que, al igual que con otras vacunas contra COVID-19, es posible esperar hasta ocho semanas para la segunda dosis, salvo para las personas de mayor riesgo que necesiten la protección rápidamente.
¿Qué pasa después?
Walensky avaló las recomendaciones para que los adultos reciban las primeras dos dosis de Novavax. En su primera compra, el gobierno estadounidense adquirió 3.2 millones de dosis, y se espera que empiecen a administrarse en las próximas semanas.
La vacuna de Novavax también se utiliza en Europa, Canadá, Australia, Corea del Sur y otros países. Muchos permiten dosis de refuerzo, y los reguladores europeos autorizaron recientemente la administración de estas vacunas a partir de los 12 años.
La compañía, con sede en Maryland, también espera que pronto se autorice en Estados Unidos una dosis de refuerzo y la administración de la vacuna en jóvenes.
Y al igual que otros desarrolladores de vacunas, Novavax está probando sus dosis actualizadas para adaptarse mejor a las nuevas subvariantes de ómicron, anticipándose a otra ronda de dosis de refuerzo a fin de año.