(Foto: Elizabeth RUIZ / AFP)
(Foto: Elizabeth RUIZ / AFP)

vivió una temporada de Semana Santa con altos niveles de ocupación de turistas nacionales y extranjeros tras la contención de la en los últimos meses en uno de sus principales destinos, el Caribe, pero afrontando los retos de la inseguridad y el sargazo.

El suroriental estado de Quintana Roo vive una de las mejores temporadas vacacionales después de la pandemia de coronavirus y el Gobierno estatal espera recibir 1.2 millones de turistas, lo que dejará una derrama económica cercana a los US$ 1,000 millones, un 67 % más que en el mismo periodo vacacional de hace un año.

La Secretaría de Turismo de estima que del 18 al 24 de abril habrá un incremento de los turistas del 36.6 % comparado con el mismo periodo de 2021.

Carlos Joaquín, gobernador de Quintana Roo, informó que hasta el Jueves Santo habían llegado casi 215,000 internacionales vía aérea a los aeropuertos de Cancún, Cozumel y Chetumal. Además de unos 40,000 turistas llegados vía crucero por Mahahual y otros 55,000 por Cozumel.

Turismo y covid-19

El gobernador estatal pidió a los turistas y a la población local mantener los protocolos de sanidad para prevenir contagios de la covid-19.

Agregó que el semáforo epidemiológico se encuentra en verde y el uso del cubrebocas es voluntario en espacios abiertos, pero recordó que es obligatorio en el transporte público, en espacios cerrados y sobre todo para quienes prestan servicios en restaurantes o establecimientos comerciales.

Además, como parte de los preparativos de la temporada vacacional se puso en marcha una jornada masiva de vacunación contra la covid-19 en la que participan distintos organismos federales.

Por parte del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), por ejemplo, se instaló un módulo de vacunación en la terminal 2 del aeropuerto de Cancún, para mayores de 18 años.

Y en Punta Cancún, donde se ubican centros comerciales y las discotecas más visitadas de la zona turística, se instaló un módulo de pruebas rápidas de la covid-19

Con estas acciones se pretende frenar el avance de la covid-19 en el país, donde la pandemia lleva ya varias semanas en sus niveles más bajos desde que llegó el coronavirus a finales de febrero de 2020.

El país suma casi 325,000 muertos, siendo una de las naciones más afectadas del mundo por el coronavirus.

El reto de la inseguridad

Durante el inicio de la temporada vacacional se anunció que un grupo de 700 agentes del Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, así como personal, tanto de Protección Civil, como de la Dirección de Salud Municipal y enfermeros de la Secretaría de Marina, estarán desplegados en 4 puntos principales de Playa del Carmen, uno de los puntos más calientes del Caribe mexicano.

En el resto del estado -destino turístico por excelencia en México- se han desplegado centenares de elementos de seguridad más para prevenir cualquier acto de violencia.

La fuerte presencia policial por la llegada de miles de visitantes no ha podido evitar que registren hechos criminales. Apenas el Jueves Santo por la tarde una persona perdió la vida y otra resultó herida en un ataque armado perpetrado por un sujeto a bordo de una motocicleta en un estacionamiento cercano a los parques Xplor y Xcaret y al acceso principal del Hotel Xcaret, ubicados en la carretera Playa del Carmen-Tulum.

Sargazo

Después de varios días de recale masivo de sargazo en varios puntos del estado, las condiciones meteorológicas cambiaron favorablemente y permitieron que disminuyera la presencia de la macroalga. Sin embargo, en Playa del Carmen las autoridades ordenaron el cierre temporal de Playa El Recodo debido al impacto de las algas.

Una de las medidas implementadas en este municipio para poder retirar el sargazo de las playas más concurridas consiste en que los infractores de faltas menores que son detenidos puedan elegir entre cumplir 36 horas de arresto o limpiar sargazo.

Hasta ahora 70 infractores han optado por esta alternativa. Reciben un chaleco anaranjado fluorescente para poder ser distinguidos del resto de trabajadores públicos, así como todo el equipo necesario para trabajar bajo la vigilancia de policías municipales.

Sin importar el sargazo y la permanente presencia policial, las playas de se mantienen abarrotadas todos los días desde muy temprana hora. Juan Merino López llegó con su familia desde Oaxaca y lo único que quería era poder sentarse en la arena para disfrutar del mar y sus colores.

“Excelente, muy bonita playa, muy hermosa, vine a explorar, vengo del estado de Oaxaca y también las playas son muy bonitas allá, pero aquí noto algo muy diferente y algo más, el mar tiene un color especial”, comentó a Efe. Aunque reconoce que sería mejor que no hubiera sargazo, lo ve como una parte de la naturaleza.

“El sargazo proviene del mar y no nos afecta porque queremos estar en la playa”, asegura. Otra turista, Jesica Martínez García, confiesa que no le gusta el sargazo y para ello busca la mejor playa con las menores algas para descansar junto a su esposo e hijo. “Súper bien solo no me gusta el sargazo, me da mucha picazón y tratamos de elegir una playa que no hubiera mucho sargazo pero creo que esta es la que menos tiene”, reconoció.