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Un antiguo socio de es el último inversionista en intentar aprovechar la excitación que rodea al CDB, un componente no intoxicante del cannabis.

Jay Lucas, quien trabajó en la firma de consultoría con sede en Boston durante la década de 1980, lanzó un fondo de US$ 50 millones para cosméticos y productos de belleza derivados del cáñamo, un tipo de . La primera inversión del fondo fue en Standard Dose, un sitio de marca y comercio electrónico que busca ser un "mini-Amazon" para el CBD, asegura Lucas.

"Queremos poseer la intersección entre la belleza y el cannabis", dice. "Estamos plantando una bandera".

Lucas, quien fundó su propia firma de consultoría y estrategia después de dejar Bain, asegura que el nuevo fondo, LB Equity, está adelantando cinco acuerdos adicionales y tendrá los US$ 50 millones totalmente desplegados para fines del 2019. Jim Morrison, un antiguo ejecutivo de L’Oreal, se ha unido al fondo como socio.

Después de que el cáñamo –una planta estrechamente relacionada con la marihuana– fuera legalizado en EE.UU. a nivel federal en el 2018, el ingrediente ha atraído el interés de los inversionistas que buscan una forma de capitalizar. Sus defensores dicen que el CBD puede aliviar dolencias como la ansiedad, la inflamación y el dolor.

Recientemente ha aparecido en productos de café, cócteles, comida y belleza. El mercado de CBD podría crecer a más de US$ 20,000 millones para 2022, superando potencialmente a la marihuana legal, según la firma de investigación de cannabis Brightfield Group.

Standard Dose, que se dirige a clientes de alto nivel, planea abrir una tienda cerca de Madison Square Park en Nueva York el próximo mes. La ubicación ayudará con el mercadeo en un momento en que la publicidad del cannabis sigue restringida.

Lucas afirma que espera que el sitio web eduque a los consumidores en una industria naciente, llena de información errónea.

"Creemos que esta puede ser una fuente confiable", asegura.