El Gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió este jueves a ser blanco de fuertes abucheos durante la Semana del Clima de Latinoamérica y Caribe al defender las actuales políticas de combate a la deforestación en la Amazonía brasileña, que sufre los peores incendios de los últimos años.
El secretario de Relaciones Internacionales del Ministerio de Medio Ambiente, Roberto Castelo Branco, fue interrumpido, abucheado y criticado por decenas de personas durante su intervención en la cuarta jornada de esta cita celebrada en la ciudad brasileña de Salvador, capital del estado de Bahía (nordeste).
Castelo Branco participó este jueves en un panel en el que el Gobierno brasileño defendió, entre otros asuntos, las políticas adoptadas en el combate a la deforestación en la Amazonía, la cual ha aumentado fuertemente bajo el paraguas de Bolsonaro.
"Tenemos el compromiso de llegar a la deforestación ilegal cero en 2030", aseveró el secretario.
Su afirmación fue contestada por fuertes abucheos y al grito de "mentira" por la mayor parte de los asistentes que participaron en la conferencia celebrada en el marco de la Semana del Clima de Latinoamérica y Caribe, la cual busca una respuesta regional a la actual emergencia climática global.
Con su participación, Castelo Branco sustituyó este jueves al ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, quien la víspera también fue recibido con abucheos durante la plenaria de apertura del evento climático.
Increpado por decenas de personas al grito de la "Amazonía se quema", Salles pronunció un breve discurso de apenas cinco minutos y, en declaraciones a la prensa, se refirió a los incendios desatados en la Amazonía, que son los mayores registrados en los últimos años.
"Es una situación muy preocupante, agravada por el tiempo seco, el calor. Vamos a actuar para apoyar a los Gobiernos de los estados en ese combate de los incendios", afirmó.
Tras intervenir en el encuentro, Salles se desplazó hasta el estado de Mato Grosso, donde se concentran la mayor parte de los incendios, para supervisar la región, y allí aseguró que la mayoría de ellos podrían ser intencionados.
Este jueves, Bolsonaro volvió a insinuar que las oenegés podrían estar por detrás de los incendios en la selva tropical brasileña, aunque precisó que ninguna hipótesis fue descartada y detrás del desastre estarían también algunos productores agropecuarios.
"Puede, pueden ser productores, puede. Todo el mundo es sospechoso, pero la mayor sospecha viene de las oenegés", declaró el jefe de Estado.
Según el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), que contabiliza los incendios mediante imágenes de satélite, los focos de fuego en todo el país en lo que va de este año superan en un 83 % a los del mismo período de 2018.
En un informe difundido esta semana, el INPE precisó que entre el 1 de enero y el 18 de agosto ha registrado 71.497 focos de incendio en el país y que un 52,5 % se sitúan en la región amazónica.