Brasil y Chile son los países de Latinoamérica que más capacidad tienen para movilizar inversiones privadas en infraestructuras a través de las asociaciones público-privadas, según un estudio auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El informe, comisionado por el BID y que elabora cada dos años junto a Economist Impact, la unidad de análisis del grupo The Economist, subraya que los países de América Latina y el Caribe han dado “pasos significativos” en la creación de entornos propicios para el desarrollo de cooperación público-privada “eficiente y sostenible” en infraestructuras.
Dos países destacan especialmente, Brasil y Chile, y cinco más muestran un “alto rendimiento”: Uruguay, Colombia, Perú, Panamá y Costa Rica, indicó el BID en un comunicado.
Las bases regulatorias e institucionales para el desarrollo de las inversiones están “en gran medida ya establecidas” en toda la región, según su informe publicado este miércoles, que considera que la atención debe centrarse ahora en mejorar la preparación de proyectos, su financiación y la gestión de riesgos.
Durante la presentación del estudio, el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, señaló que las asociaciones público-privadas representan una “gran oportunidad para expandir mercados, generar empleos y contribuir a la recuperación económica y el crecimiento de la región”, además de que fomentan la sostenibilidad, la eficiencia y la innovación.
Recordó que por eso desde el BID se están apoyando este tipo de colaboraciones.
El estudio también anima a los países a seguir trabajando por garantizar la calidad financiera y la viabilidad fiscal de los proyectos, y considera que deben dar más peso a la sostenibilidad, para que las infraestructuras que salgan de estas inversiones “superen las pruebas del tiempo y el cambio climático”.