Fiscales bolivianos lanzaron una investigación de corrupción por la compra de respiradores para atender la epidemia de coronavirus presuntamente con sobreprecio, lo que le costó el cargo al ministro de Salud.
Las acusaciones de que se pagó una fuerte prima por los ventiladores, comprados a US$ 27,683 cada uno, provocaron una dura reacción contra el gobierno del país, que recibió fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para adquirir los dispositivos.
La Fiscalía de Bolivia dijo que cuatro funcionarios del Ministerio de Salud habían sido detenidos por el escándalo y que algunos funcionarios en el extranjero e intermediarios en el acuerdo de compra y venta también serían investigados.
El miércoles, el ministro de Salud, Marcelo Navajas, fue detenido en relación con el caso, dijo el jefe de las fuerzas especiales policiales de Bolivia a periodistas. Más tarde el funcionario fue despedido de su cargo.
“Pido cárcel y ordeno todo el peso de la ley contra quienes se hubieran llevado un solo peso. Cada centavo de corrupción debe ser devuelto al Estado”, escribió el martes en la noche la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, en Twitter.
En comentarios televisados, dijo que había instruido la realización de una investigación exhaustiva, "caiga quien caiga".
La abogada del ahora exministro, Rosario Canedo, desestimó las acusaciones y dijo que Navajas es inocente.
“Vamos a demostrar la total y absoluta inocencia y la legalidad de las contrataciones”, señaló.
El escándalo surgió por la compra de 170 respiradores de emergencia de la firma española GPAInnova, para los cuales Bolivia usó el financiamiento del BID.
Reuters no pudo contactar a la firma española para obtener comentarios, aunque su presidente ejecutivo dijo a medios bolivianos que los respiradores habían sido vendidos a través de un tercero.
Por otro lado, el BID emitió en la tarde del miércoles un comunicado en el que mostró su preocupación por la noticia e informó que está llevando su propia investigación sobre lo sucedido.
“Ni bien surgieron señales de posibles irregularidades en el proceso (de compra), la alta gerencia del Banco decidió revisar el caso, que a su vez fue remitido a su Oficina de Integridad Institucional”, dijo el BID en un comunicado.
“Dicha oficina está evaluando la información pertinente para determinar si se cometieron prácticas prohibidas en este caso”.
El organismo dijo a principios de mayo que había financiado la compra de respiradores realizada por el país andino como parte del préstamo de US$ 82 millones de Bolivia para la lucha contra el COVID-19.