El presidente estadounidense Joe Biden aseguró que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) seguirá “junto a Ucrania durante todo el tiempo que sea necesario. No sé cómo terminará (la guerra), pero no terminará con la derrota de Ucrania”.
Al finalizar la cumbre de tres días de la alianza atlántica, el gobierno de Biden anunció planes para reforzar permanentemente la presencia militar de Estados Unidos en Europa (UE); un acuerdo entre Turquía, Finlandia y Suecia que allana el camino para el ingreso de las naciones nórdicas a la OTAN, y la actualización del concepto estratégico de la alianza para reflejar que las “políticas coercitivas” de China son un reto para los intereses del bloque occidental.
“Creo que todos estamos de acuerdo que ésta ha sido una cumbre histórica de la OTAN”, manifestó Biden.
Dijo que la última vez que la OTAN actualizó lo que constituye esencialmente fue su declaración de misión fue hace 12 años, cuando se caracterizó a Rusia como socio y ni siquiera se mencionó a China. El nuevo documento elaborado en la cumbre cambia todo eso.
“El mundo ha cambiado, ha cambiado mucho desde entonces”, dijo Biden. “El tema de esta cumbre fue fortalecer nuestras alianzas, enfrentar los retos del mundo y las amenazas que se presentarán en el futuro”.
En el último día de su cumbre en Madrid, la OTAN emitió una sombría advertencia de que el mundo ha caído en una fase peligrosa de rivalidad entre grandes potencias y una serie de amenazas, desde los ciberataques al cambio climática.
Los líderes de la OTAN también invitaron formalmente a Finlandia y Suecia a unirse a la alianza, tras superar las objeciones de Turquía. Si los 30 estados miembros aprueban el acceso de los países nórdicos, la OTAN tendrá una nueva frontera de 1,300 kilómetros (800 millas) con Rusia.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió que respondería de forma proporcional si los países nórdicos permitían que se instalaran tropas e infraestructura militar de la OTAN en su territorio. Rusia, señaló, tendrá que “crear las mismas amenazas para el territorio desde el que se crean amenazas contra nosotros”.
La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, dijo que las amenazas de Putin no eran “nada nuevo”, aunque dijo que “dudo que vaya a atacar directamente a Suecia o Finlandia. Veremos ciberataques sin duda. Veremos ataques híbridos, hay una guerra de información abierta. Pero no la guerra convencional”.
Por su parte, China acusó a la alianza de “difamar y atacar de forma maliciosa” a su país. Su delegación diplomática ante la UE dijo que la OTAN “afirma que otros países plantean desafíos, pero es la OTAN la que crea problemas en todo el mundo”.
Para su última sesión, la agrupación dirigió la mirada a la inestabilidad política en la región africana del Sahel y Oriente Medio, agravada por “el cambio climático, instituciones frágiles, emergencias sanitarias e inseguridad alimentaria”, que empujan a un gran número de migrantes hacia Europa.
“Es de nuestro interés seguir trabajando con nuestros aliados cercanos en el sur para combatir juntos los desafíos compartidos”, afirmó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Pero fue Rusia quien dominó la reunión. Stoltenberg dijo que la invasión de Ucrania ha provocado “la mayor revisión de nuestra defensa colectiva desde el final de la Guerra Fría”.
La incursión rusa ha resquebrajado la paz en Europa y ha hecho que la OTAN lleve tropas y armas al este de Europa a una escala que no se había visto en décadas. Los estados miembros han dado miles de millones de dólares a Ucrania en ayuda civil y militar para reforzar su resistencia.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, que se dirigió a la cumbre por videoconferencia, pidió más. Instó a la OTAN a enviar más sistemas modernos de artillería y otras armas y advirtió a los líderes que o bien proporcionan a Kiev la ayuda que necesitan, o “a ustedes mismos les tocará enfrentar una guerra demorada con Rusia”.
“La cuestión es, ¿Quién es el siguiente? ¿Moldavia? ¿O el Báltico? ¿O Polonia? La respuesta es: todos ellos”, advirtió.
Gran Bretaña anunció el jueves una partida de mil millones de libras (US$ 1,210 millones) en apoyo militar a Ucrania, para equipamiento como sistemas antiaéreos, aeronaves no tripuladas y equipamiento de guerra electrónica. También Suecia anunció más ayuda militar.
Los mandatarios acordaron en la cumbre aumentar de forma drástica la presencia militar de la alianza en su flanco oriental, donde países como Rumanía o los estados Bálticos miran con preocupación los planes futuros de Rusia.
La organización anunció planes de multiplicar casi por ocho su fuerza de acción rápida, de 40,000 a 300,000 efectivos, para el año que viene. Las tropas tendrán su sede en sus países de origen pero estarán dedicadas a tareas específicas en el este, donde la alianza tiene previsto acumular reservas de equipamiento y munición.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuyo país aporta el grueso de la potencia militar de la Alianza, dijo que la cumbre envía “un mensaje inequívoco de que la OTAN es fuerte y está unida”.
Aun así, han surgido tensiones entre aliados de la OTAN ante el aumento del coste de la energía y otros productos esenciales, debido en parte a la guerra y a las duras sanciones occidentales sobre Rusia. También hay diferencias sobre cómo terminará la guerra y qué concesiones, en su caso, debería hacer Ucrania.
El dinero también sigue siendo un tema sensible, ya que apenas nueve de los 30 miembros del grupo cumplen el objetivo de dedicar a defensa el 2% de su Producto Bruto Interno (PBI).
En lo que Stoltenberg describió como una cumbre “transformadora”, los mandatarios también actualizaron su Concepto Estratégico, el documento que enumera sus principales preocupaciones de seguridad para la próxima década.
La versión anterior del documento, del 2010, describía a Rusia como “socio estratégico”. Ahora, la OTAN le acusa de emplear “coacción, subversión, agresión y anexión” para ampliar su influencia.
El texto del 2010 no mencionaba China, mientras que el nuevo aborda la creciente expansión económica y militar china.
“China no es nuestro adversario, pero debemos tener claros los importantes desafíos que representa”, dijo el miércoles Stoltenberg.
La OTAN dijo que China “aspira a socavar el orden internacional basado en normas, lo que incluye los ámbitos marítimo, cibernético y espacial” y advirtió sobre sus estrechos lazos con Moscú.
La alianza, sin embargo, señaló que sigue “abierta a una relación constructiva” con China. China replicó que la OTAN es una fuente de inestabilidad y prometió defender sus intereses.
“Dado que la OTAN sitúa a China como ‘desafío sistémico’, tenemos que prestar especial atención y responder de forma coordinada. Cuando se produzcan actos que socaven los intereses de China, daremos respuestas fuertes y firmes”, añadió el comunicado.