El Banco de la República de Colombia mantuvo los costos de endeudamiento sin cambios el viernes, lo que probablemente pone fin a su ciclo de ajuste monetario más agresivo de la historia ante una inflación que se desacelera y una economía que pierde impulso.
La junta de siete miembros votó por unanimidad a favor de mantener estable la tasa de interés de referencia en 13.25 % por primera vez en casi dos años, dijo a la prensa el gerente general, Leonardo Villar, en Bogotá. La medida fue pronosticada por los 26 analistas encuestados por Bloomberg.
En una rueda de prensa tras la decisión del banco, Villar y el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijeron que el banco mantendrá una tasa de interés contractiva mientras monitorea el impacto de los aumentos al precio del combustible en la inflación.
La decisión acaba una serie de 14 aumentos consecutivos que impulsaron la tasa clave en 11,5 puntos porcentuales desde septiembre de 2021. El banco central de Colombia es la última de las cinco principales autoridades monetarias de América Latina en detener el aumento de las tasas.
Los encargados de política monetaria de Perú, Chile, Brasil y México mantuvieron sin cambios los costos de endeudamiento este mes, y algunos de ellos ya están dando señales de inminentes recortes de tasas.
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En Colombia, un aumento de dos años en los precios al consumidor alcanzó su punto más alto en marzo, con un máximo de 24 años de 13.34 %, seguido de dos meses de desaceleración que llevaron la tasa a 12.36 % en mayo.
Los economistas encuestados por el banco central prevén una desaceleración de la inflación al 9.02 % para fines de 2023 y al 5 % en 2024. El banco central apunta a una tasa anual del 3 % más o menos 1 punto porcentual y espera alcanzar esa meta para fines de 2024, dijo Villar.
El proceso de desinflación ha estado liderado por los precios de los alimentos y ha recibido un impulso de la apreciación de 16 % del peso frente al dólar este año, el mejor desempeño entre las 31 grandes monedas que monitorea Bloomberg. Esa fortaleza ha ayudado a mantener a raya el costo de las importaciones, minimizando una fuente de presión inflacionaria.
Bonilla dijo este mes que los responsables de política monetaria podrían comenzar a relajar la política monetaria dentro de tres meses a medida que la inflación se enfría y el peso se estabiliza en torno su nivel actual, lo que podría reducir la tasa de referencia en 2 puntos porcentuales para fin de año.
Sin embargo, persisten posibles contratiempos. Algunos economistas ven riesgos de presiones inflacionarias sostenidas por la decisión del Gobierno de subir los precios de la gasolina junto con la amenaza adicional de un aumento en los costos de los alimentos y la energía derivado del inicio del fenómeno meteorológico El Niño. Las lecturas de inflación subyacente elevadas, y aún en aumento, también son una fuente de preocupación.
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Una economía más débil
La actividad económica se contrajo un 0.8 % en abril con respecto al mismo mes del año anterior y ha disminuido en dos de los últimos tres meses, lo que pone de relieve el lastre de la inflación y de las tasas de interés de dos dígitos.
“Se están afianzando estrictas condiciones monetarias y el ajuste necesario para que la actividad regrese a niveles sostenibles después de superar el potencial”, dijo antes de la reunión el analista de Bloomberg Economics Felipe Hernández.
Los economistas encuestados por Bloomberg prevén que el producto interno bruto aumente un 1.5 % este año después de una expansión de 7.3 % en 2022, menos de lo esperado en Brasil, México y Perú, pero más alto que en Chile.
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