Las filas en las gasolineras venezolanas de una hora han desaparecido tras la llegada de cinco petroleros iraníes el mes pasado, con un total de 1.5 millones de barriles de combustible. Pero el alivio podría durar poco.
Por ahora, las estaciones de servicio que alguna vez estuvieron cerradas están abiertas nuevamente, operan las 24 horas del día en Caracas y otras ciudades.
Allí los conductores pueden comprar hasta 120 litros de combustible subsidiado por el gobierno al mes, como parte de un nuevo sistema de precio dual destinado a racionar los escasos suministros.
A medida que se consume la ayuda iraní, los expertos dicen que aumentará la presión para que la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA supla el déficit.
“Los 1.5 millón de barriles de suministro de gasolina que envió Irán es un monto limitado que eventualmente se agotará, aun con la baja demanda debido a las medidas de cuarentena por el coronavirus”, dijo Luis Alfonso Soler, consultor de energía y exejecutivo de PDVSA.
Cuando eso suceda, las deterioradas refinerías del país serán responsables de satisfacer una demanda de combustible de 50,000 barriles por día. Solo dos de las cinco plantas de PDVSA están produciendo gasolina en este momento, y solo lo suficiente para satisfacer 60% de las necesidades del país.
La situación podría empeorar si las cuarentenas relacionados con la pandemia terminan en julio y aumenta la demanda de gasolina en todo el país. Los suministros ya están disminuyendo en ciudades fuera de Caracas que recibieron menos combustible iraní.
“Estamos viendo escasez de nuevo, como antes de la llegada de los buques iraníes”, dijo Vicente Pérez, un productor de café del estado de Lara.
Además de enviar combustible, Irán ha tratado de ayudar a reparar las refinerías de Venezuela, enviando técnicos y piezas a la Refinería Cardón de PDVSA, que aún se encuentra en mantenimiento.
En las dos refinerías operativas, Cardón y El Palito, la producción es apenas estable, con plantas que dejan de operar de forma intermitente y detienen la producción.
PDVSA no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
“Sumadas, las producciones de las refinerías de El Palito y Cardón llegan a 30,000 barriles diarios, lo que no es suficiente para satisfacer la demanda local”, dijo el consultor de energía Nelson Hernández.