Los responsables de política de la Reserva Federal (Fed) comenzaron a esbozar de forma pública el viernes sus opiniones sobre las perspectivas de tasas de interés y la economía estadounidense, dos días después de que el banco central aplicó su mayor alza en más de un cuarto de siglo para contener la inflación.
Tanto la Fed como el Banco Central Europeo (BCE), que también se enfrenta a fuertes presiones sobre los precios, tienen suficiente credibilidad para lograr una reducción de la inflación sin provocar una profunda recesión, dijo el presidente de la Fed de St Louis, James Bullard.
“La desinflación de Volcker fue costosa, pero no fue creíble al principio; Volcker tuvo que ganarse esa credibilidad”, dijo Bullard en el Foro de Verano de la Escuela de Economía de Barcelona, en referencia al presidente de la Fed, Paul Volcker, que hizo dispararse el desempleo hace 40 años con sus fuertes subidas de tasas.
“La Fed y el BCE tienen una credibilidad considerable, lo que sugiere que es factible un aterrizaje suave en Estados Unidos y la zona euro si se ejecuta bien el cambio de régimen pospandémico”, agregó.
Bullard ha sido un firme defensor de las medidas cada vez más agresivas que ha tomado la Fed desde marzo, cuando subió su tasa referencial a un día en un cuarto de punto porcentual, y siguió con un aumento de medio punto porcentual en mayo y de 0.75 puntos porcentuales esta semana.
Las previsiones de los banqueros centrales estadounidenses -publicadas junto a la decisión política de la Fed del miércoles- muestran que la mayoría espera un aumento de la tasa de los fondos federales al menos hasta el 3.4% este año. Actualmente se encuentra en un rango de 1.50% a 1.75%.
El presidente de la Fed de Mineápolis, Neel Kashkari, dijo en un ensayo publicado en el sitio web del banco regional que apoya el alza de tasas de esta semana y podría respaldar otra de tamaño similar en julio, aunque precisó que la Fed debería ser “cautelosa” a la hora de hacer mucho demasiado rápido.
“Una estrategia prudente podría ser, después de la reunión de julio, simplemente continuar con las alzas de 50 puntos básicos hasta que la inflación esté bien encaminada hacia el 2%”, indicó Kashkari.
“Adoptar un enfoque constante para hacer subir las tasas reales a largo plazo podría ayudarnos a evitar endurecer más de lo necesario para restablecer la estabilidad de los precios, asegurando al mismo tiempo que hacemos lo suficiente”, añadió.
La presidenta de la Fed de Kansas City, Esther George, que disintió de la decisión de política de esta semana, afirmó el viernes que lo hizo porque considera “que esa medida aumenta la incertidumbre política simultáneamente con el inicio de la liquidación del balance”.
A pesar de su objeción a la medida del miércoles, George dijo que comparte el “firme compromiso del Comité Federal de Mercado Abierto de reducir la inflación para lograr nuestro mandato de estabilidad de precios a largo plazo”.
La inflación, medida por el índice de precios de los gastos de consumo personal, es más de tres veces superior al objetivo de 2% fijado por la Fed.
Poco después de estas declaraciones, el banco central estadounidense indicó en su informe semestral de política monetaria al Congreso que no dejará que nada se interponga en su batalla para reducir la inflación que está golpeando a los hogares estadounidenses.
“El compromiso del Comité para restaurar la estabilidad de los precios -que es necesaria para sostener un mercado laboral fuerte- es incondicional”, señaló.