Cada vez más países piden una moratoria para la minería submarina y elevar la protección del océano hasta no conocer los impactos reales que la actividad podría causar en el fondo marino, han señalado varios expertos en un encuentro previo al inicio el lunes de la reunión de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos en Jamaica.
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés) se reunirá del 10 al 18 de julio en Kingston, la capital jamaiquina, para seguir negociando la aprobación de la minería submarina o para escuchar la petición de los países que han pedido una moratoria.
Chile, Costa Rica, Francia, Palau y Vanuatu han presentado juntos una propuesta solicitando a la ISA la inclusión en la agenda de la reunión de una discusión sobre una política general en torno a un “posible receso” sobre la minería en aguas profundas, ha señalado la representante y fundadora de la organización Deep Sea Conservation Coalition, Sian Owen.
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Cada vez son más los países que se van sumando a esa petición de una moratoria a la minería submarina, el último ha sido Suiza, y en esa lista estaban ya España, Alemania, Ecuador, República Dominicana, Fiji, los estados federados de Micronesia, Nueva Zelanda, Panamá o Samoa, entre otros.
“Receso, moratoria o pausa de precaución, todo este lenguaje tiene como objetivo básicamente detener la carrera acelerada” hacia la minería submarina “que se desencadenó en particular bajo la laguna de dos años” planteada por Nauru, ha señalado Owen.
La isla de Nauru en el Pacífico planteó a la ISA la aprobación de la minería submarina en un plazo de dos años, -periodo en el que la entidad debía tener lista una regulación para la actividad-, aupada por la compañía minera Nauru Offshore Resources Inc, una subsidiaria de la canadiense The Metals Company.
Sin embargo, ha subrayado la experta, “la ISA lleva con estas negociaciones en los últimos 10 años”, por lo que es de “vital importancia” la postura de los cinco países que han pedido la inclusión de la moratoria en la agenda de las reuniones, lo que “abre oficialmente el tema en la organización, así como sobre la dirección futura de la entidad”.
Algunos países llevan pidiendo una restructuración de la dirección de la ISA, a la que tachan de estar presionada por los intereses económicos de las empresas mineras.
La jefa de Proyecto Global de la campaña Stop Deep-Sea Mining de Greenpeace, Louisa Casson, ha subrayado que esperan que “más países se sumen a la petición de moratoria” para lograr la protección del océano, aunque prefiere ser prudente “hasta que no veamos una acción conjunta contra la minería submarina, hasta que no haya una política común para proteger el océano”.
Es una oportunidad histórica, ha señalado, “porque está muy claro” que para solucionar la crisis climática y la pérdida de biodiversidad “lo último que necesitamos es la minería submarina”, al recordar que el océano es el “sumidero de carbono más grande del mundo”.
Ha explicado que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) califica la minería en aguas profundas como “inaceptable en términos climáticos y medioambientales” y muchas empresas fabricantes de baterías, automóviles, tecnología, productos electrónicos no quieren que se las relacione con la industria minera de aguas profundas como parte de sus esfuerzos para cumplir con compromisos sociales.
Bobbi-jo Dobush, de The Ocean Foundation, ha señalado que la minería submarina “no es una solución climática”, sino todo lo contrario, “es un desastre potencial para el clima, un amplificador de los riesgos climáticos”.
Kaja Lone Fjaertoft, de WWF, ha presentado los resultados del informe “El futuro es circular” y ha señalado que potenciando la economía circular de los residuos o elementos que se utilizan en tecnología permitiría un 58% de reducción en la demanda de minerales.
Todos los participantes han coincidido además en los daños que la minería submarina causarían a las comunidades locales e indígenas que viven del océano y la pesca.
Asimismo, han subrayado que aún hay tiempo para detener esta industria extractivista “antes de que cause daños irreparables a nuestro planeta”.
Fuente: EFE
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