Alemania busca proteger a sus empresas del sector de la salud frente al apetito de inversores no europeos, en tanto la pandemia de COVID-19 ha dejado en evidencia problemas en los suministros, anunció el Ministerio de Economía.
Berlín exigirá una “notificación obligatoria” cuando la participación de un inversor extranjero sobrepase el 10% de las acciones en empresas “fabricantes de vacunas, medicamentos, equipos de protección o aparatos médicos”, señaló en un comunicado.
“La crisis del coronavirus ha demostrado la importancia de la tecnología médica y la producción (del sector) en Alemania y Europa”, destacó el ministro del ramo, Peter Altmaier.
Mediante este texto, aprobado por el Consejo de ministros, el ejecutivo amplía a la salud esta obligación de notificar tales casos, como ya es obligatorio en otros sectores de la economía.
“Nos aseguramos de que el gobierno sea informado y pueda revisar las compras ‘críticas’ de empresas del sector de la salud”, añadió Altmaier.
Alemania, como en general en casi toda Europa, fortalece cada vez sus sistemas de advertencia ante proyectos de adquisición de sociedades en sectores estratégicos.
El país está particularmente preocupado de que grupos extranjeros, a la búsqueda de buenas inversiones, aprovechen la pandemia que ha fragilizado la economía europea.
La Comisión Europea también ha exhortado a los 27 miembros de la UE a “protegerse” de esta amenaza.
En marzo, el gobierno alemán tuvo que exigirse al máximo para detener la iniciativa de la Casa Blanca, en plena pandemia, de comprar un laboratorio farmacéutico alemán, CureVac, muy bien orientado en la carrera para obtener una vacuna contra el virus de COVID-19.