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Amnistía Internacional (AI) denunció la persecución penal políticamente motivada a la que han sido sometidos varios opositores rusos que pretenden participar en las elecciones legislativas a la Duma del Estado (Cámara baja) en septiembre.
“En el contexto de la caída de la popularidad del presidente Vladímir Putin y el partido gobernante Rusia Unida señalada por las contestas sociológicas, las autoridades incrementan la represión contra sus oponentes, y eliminan a sus competidores políticos”, expresó la ONG.
Según AI, “en las elecciones anteriores la principal herramienta para eliminar a los candidatos indeseables era la negativa de registro o su descalificación por violaciones insignificantes o supuestas del proceso electoral”.
Sin embargo, ahora las autoridades utilizan mecanismos más “duros y siniestros”, indicó la ONG.
AI denunció que incluso antes del comienzo de la campaña electoral “las autoridades rusas abrieron una serie de causas penales contra reconocidos opositores después de que anunciaron su intención de participar en las elecciones”.
Los candidatos potenciales son sometidos a registros, detenidos o sometidos a diversas restricciones, y algunos han sido incluso juzgados y condenados en base a acusaciones “fabricadas”.
“Esta persecución de políticos críticos de cara a las elecciones es una violación de sus derechos humanos, en particular la libertad de opinión y asociación, el derecho a no ser discriminados (por sus puntos de vista políticos y su militancia en organizaciones políticas)”, declaró Natalia Zviáguina, responsable de AI en Rusia.
La representante de la ONG denunció también que se violó el derecho de los opositores a “un juicio justo”.
Entre los políticos citados por AI se encuentran la diputada Yulia Galiámina, condenada por participar en protestas no autorizadas y seguidores cercanos del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, -Liubov Sobol, Nikolái Liaskin, Oleg Stepánov- por violación de las normas sanitarias en medio de la pandemia.
La ONG también cita a miembros del equipo de Navani, los movimientos Por un nuevo socialismo, Rusia Abierta, el partido Libertariano, así como activistas sociales y exdiputados opositores.
“Todas las personas deben tener la oportunidad de expresar pacíficamente su opinión sobre la política del Gobierno sin temer represiones”, argumentó AI, al exigir la liberación inmediata y el cese de la persecución penal de opositores en Rusia.