
Las personas con un alto nivel de empleabilidad han internalizado con plena conciencia, que todos los trabajos sin excepción duran mientras le convengan a ambos, es decir, al profesional que vende sus servicios profesionales y a la empresa que los contrata. Que no son pagados para ir a trabajar o conectarse a la computadora sino por agregar valor claro, concreto, con indicadores medibles y cuantificables. Que lo importante en el trabajo es aportar, generar resultados, aprender y seguir creciendo.
1. No asumen que su trabajo durará para siempre.
2. No viven enfrentados a su jefe.
Por el contrario, tratan a su jefe o jefes con la misma consideración y respeto con el que tratan o tratarían a su mejor cliente. Se preocupan que, a su jefe le vaya bien en sus resultados y en su carrera en general. Son leales con él o ella, se ganan su confianza y le ayudan a crecer. De ser necesario le enseñan a ser un mejor jefe. Se responsabilizan por desarrollar esa relación de confianza y apoyo mutuo.
LEA TAMBIÉN: Harvard Business Review: cómo entrenar a ejecutivos hiperactivos
3. No se encierran ni se aíslan.
Comprenden que sus redes de confianza son vitales para el éxito de su carrera y las desarrollan antes de necesitarlas. Socializan, interactúan activamente y se interesan genuinamente por el bienestar de los demás. Comprenden que las relaciones humanas positivas son siempre de dos vías. No manipulan ni buscan “usar” a los demás. Saben que los miembros de su red de confianza son los mejores “vendedores” de sus servicios –no los compradores– y los tratan siempre con respeto y consideración.

4. No se desactualizan.
No se quedan contentos con saber sólo lo que ya saben. Buscan aprender, crecer, saber más y profundizar en los temas. Se informan e investigan continuamente, leen. Leen diarios, revistas y libros. Toman cursos regularmente, asisten a seminarios y congresos. Se mantienen actualizados y vigentes en su especialidad y en su sector. Utilizan cada vez más la inteligencia artificial para ser más efectivos y eficientes en su trabajo.
5. No se resignan a su suerte.
Por el contrario, son ambiciosos, se ponen metas exigidas, hacen sus planes de carrera a largo plazo y los revisan semestralmente. Buscan crecer y seguir desarrollándose para mantenerse relevantes, competitivos y vigentes siempre. No tienen actitudes de víctimas ni culpan a los demás de sus carencias o deficiencias.
6. No se ven como empleados.
Son muy lúcidos en manejar su carrera como a su mejor negocio propio. Como empresarios de su propia carrera, saben que están en el negocio de vender servicios profesionales de calidad. No se engañan sintiéndose equívocamente “seguros” laboralmente sólo por tener en el presente un cliente fijo que les paga regularmente a fin de mes en una planilla.
LEA TAMBIÉN: Cuando la participación de los accionistas perjudica más de lo que ayuda
7. No tienen el ceño siempre fruncido.
Saben que su calidez y carisma es clave para generar confianza y que su imagen y reputación depende mucho de su actitud. Saben que no pueden cambiar la cara que tienen, pero si que pueden cambiar la cara que ponen. Son generosos en dar reconocimiento a las personas con las que interactúan. Generan buen clima.
8. No hacen el mínimo esfuerzo posible.
Hacen mucho más de lo que normalmente les piden. Se interesan genuinamente por los temas y se hacen cargo de los problemas. Son disciplinados, trabajadores y se esfuerzan más que los demás y logran resultados que mueven la aguja.
9. No descuidan su marca personal
Saben que como profesionales viven de la venta de sus servicios, y por lo tanto, de su talento, del valor de su marca personal y de su reputación. Con esa conciencia se manejan con integridad y seriedad en todos los campos de su vida tanto la profesional como la personal. Cuidan su imagen digital tanto como la real. Saben que el reto es elevar siempre el valor de su marca personal. Y para eso nada como una trayectoria impecable de integridad y coherencia.
10. No viven en intrigas ni “amarrando” la información.
Por el contrario, son abiertos, seguros, comparten el conocimiento, las amistades y la información no confidencial. No caen en juegos políticos ni participan en chismes, intrigas, o deslealtades. Son personas de bien que viven desde la generosidad, la buena energía y el positivismo.

Presidente LHH DBM Perú & LHH Chile y autora de Usted S. A. (21 ediciones). Ha figurado en el top 15 Merco durante 8 años consecutivos. También es LinkedIn Top Voice, speaker, directora de empresas y ONG, y presidente de The SafeStorage Co.









