En entrevista con Gestión, Waldo Mendoza, profesor del Departamento de Economía de la PUCP y exministro de Economía y Finanzas, analiza la situación actual del país.
Su mirada se resume en dos ámbitos, un corto plazo donde acciones puntuales nos podrían llevar a un mayor crecimiento y –a su vez– un largo plazo afectado por “daños silenciosos”.
-¿Cuál es el desempeño de la economía en el 2023?
No me preocupa mucho, a pesar de que seguramente el crecimiento económico va a terminar apenas por encima del 1%, porque buena parte de ese comportamiento está explicado por fenómenos coyunturales que se van a revertir en el corto plazo (el rezago del impacto del Gobierno de Pedro Castillo sobre la inversión privada, así como la conflictividad).
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Diría que el segundo semestre va a ser distinto a este primero, aunque no va a ser espectacular. En ese sentido no me preocupa. Es un problema crecer a 1%, no es una buena noticia, pero tenemos todos los elementos, no hay excusa para que no mejore (el crecimiento).
-¿Cuáles son esos elementos a favor con los que contamos?
Un Banco Central de Reserva del Perú (BCR) intacto, un Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) casi intacto. Además, tenemos los recursos para enfrentar a El Niño, global y costero. Incluso, en temas estrictamente macroeconómicos, pensando en el 2024 y 2025, podemos reactivar Majes Siguas II, Chavimochic III, impulsar el (proyecto privado) puerto de Chancay y normalizar la actividad minera.
-¿Hay algún riesgo adicional más allá del fenómeno de El Niño en el corto plazo?
Hay una estabilidad que puede ser aparente. Pensando en términos estrictamente macroeconómicos parecería conveniente que la presidenta Dina Boluarte se quede, “todos felices”; un equilibrio medio mediocre, pero sin novedad en el frente. Pero, ¿valdrá la pena tres años más así?
Como macroeconomista veo las cosas resignado, pero sin preocupación. Porque lo que se debe hacer está claro, ahí está nuestra historia económica, la historia de cómo salió la agroexportación o la minería crecieron, eso es replicable. Sin embargo, como macroeconomista que piensa también en el crecimiento de largo plazo, como diría un personaje de Alonso Cueto, “siempre es posible empeorar”.
-¿Qué piensa que haya una posibilidad de rebaja en la calificación de Perú?
Lo que miden las calificadoras es la capacidad de pago que tiene un país. Y el Perú tiene recursos, entonces, la capacidad de pago está íntegra. No me sorprendería que solo haciendo lo que se está haciendo ahora, esa postura negativa se revierta.
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-La gobernabilidad frágil de la que tanto se habla, ¿le hace ruido a los inversionistas o ya está incorporada?
Hay una estabilidad mediocre, pero finalmente estabilidad. Si el siguiente año y el 2025 va a ser parecido a este, se va a invertir. El capital no está amenazado. Este país es estable, en este sentido: conservador, mediocre.
-¿Cuáles son los drivers de corto plazo que nos pueden llevar a impulsar el crecimiento económico?
En el corto plazo, una de las cosas que aprendí en el MEF es que si la tarea del ministro de Economía y Finanzas se concentrase en manejar el gasto público y la tributación, el trabajo del ministro podría ser de tiempo parcial.
La parte más compleja tiene que ver con las actividades transversales que tiene un ministro de Economía y Finanzas, por su función, por la naturaleza del minsiterio.
El largo plazo tiene que ver con el capital humano, con nuevas Asociaciones Público Privadas (APP) que podrían presentarse y con el Estado de derecho. Sin eso, no habrá un crecimiento mayor. Y no podemos olvidar a los fallecidos durante las protestas, ¿dónde está la Fiscalía investigando esto? Eso es parte del Estado de derecho.
-El Gobierno le ha puesto esfuerzo a su programa Con Punche, que entre otros, quiere dinamizar el consumo. ¿Esto hará que realmente se dinamice?
Cuando la inflación es alta, no se ha inventado un remedio distinto en el mundo, el antídoto es el enfriamiento de la economía. Obviamente, la inflación tiene un componente internacional, pero también doméstico.
Mientras el BCR sube la tasa de interés para enfriar la economía, para bajar la demanda, el MEF no puede intentar elevar dicha demanda, porque es una contradicción. Ese es un tema que hay que considerar.
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-Sobre la incidencia de la pobreza, se habla de que al Perú le podría tomar más de una década retornar a niveles precovid. ¿Qué hacer?
Como el caso de la inflación, no hay secretos para bajar la pobreza. La pobreza se reduce con crecimiento económico. Más del 90% de la explicación de por qué sube o baja la pobreza tiene que ver con este indicador porque el crecimiento económico permite a las empresas crecer, emplear a más trabajadores. La otra vía más importante es que el crecimiento económico es la “fábrica” de recursos para el Estado.
Dicho esto, hay ciertas excepciones, sobre todo en los años en que la inflación se eleva. Ese problema se presentó en el año 2022. Tuvimos una inflación alta, especialmente la de alimentos. Aun cuando el crecimiento económico sea razonable, la pobreza puede subir.
Este año, viendo los números va a ser casi imposible que la pobreza se reduzca, tanto porque el PBI per cápita no se va a mover, como porque la inflación está todavía alta. En 2024 posiblemente crezcamos más y la inflación sea “normal”.
-¿Se puede hablar de una mejora de la confianza de los inversionistas?
Para los inversionistas, el tema de la estabilidad es importante. No importa una estabilidad medio mediocre como la que vamos a tener ahora. Ese factor va (la estabilidad) puede impulsar aquella inversión paralizada.
Pero están estos choques, como lo que está haciendo el alcalde de Lima (buscar caducar el contrato con Rutas de Lima), ¿cuánto impactará en los inversionistas más grandes, en los que están esperando una APP? Creo que puede golpearlos con dureza.
-¿Hay espacio para reformas si la presidenta se queda hasta el 2026?
La reforma de la educación podría ser atendida, es decir, liquidar la ley de cotrarreforma que se le está haciendo un daño inmenso al país. Pero no creo que el Gobierno esté pensando en esa posibilidad. Aun así, no me gusta mucho el término de reformas porque hablamos de reforma del Estado y ese es un contenido vacío. Prefiero destrabe a Chavimochic III, que consigas el riego para agricultores y hectáreas, eso es un apoyo fundamental para la agroexportación, por ejemplo.
-Si bien dice que no tiene preocupaciones para el corto plazo, ¿qué se puede vislumbrar para el largo plazo?
Los factores que explican el crecimiento económico son básicamente los factores que pueden permitir elevar la productividad de nuestra economía. Lamentablemente, ese crecimiento del capital humano y el capital físico ha sufrido un atentado un poco silencioso del que no se habla mucho, unos daños silenciosos.
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-¿Qué ve desde el frente del capital humano?
Está la disolución de facto de Sunedu, que fue una acción realizada por el Congreso que acompañaba a Pedro Castillo, con la anuencia de ese Gobierno que no se oponía a nada. En la práctica significó el cambio de la conformación del Consejo Directivo de Sunedu. Ese es un daño enorme que se le ha hecho a la educación. Ya no tendremos universidades relativamente calificadas y este Gobierno podría haber remediado de alguna manera el problema heredado, pero no lo hizo.
A esto se suma otro daño tan grande como este que está latente: el nombramiento automático de profesores de colegios y escuelas.
-Desde el capital físico, ¿qué detecta como daños?
Una de las bondades de la Constitución del 93 es su capítulo 62. Este dice que los contratos de todo tipo, entre privados, entre gobierno – privado, contratos ley, contratos de APP, etcétera, están blindando por la Constitución. Esos contratos no se pueden cambiar ni con ley. Pero el alcalde de Lima (Rafael López Aliaga) intenta romper un contrato (pese a que hay una cautelar que suspende la caducidad del contrato suscrito entre la MML y Rutas de Lima).
-Ese es un atentado contra la inversión privada. El daño contra la institucionalidad ya se está dando. ¿Qué empresa querrá hacer una APP con el Gobierno peruano dado este antecedente?
El crecimiento económico, la inversión en capital humano, en capital físico requiere de un Estado de derecho.
-¿Cree que no se respeta el Estado de derecho?
Hay hasta unos seis casos que nos lleva a preguntarnos qué vamos a hacer con este Estado de derecho. La salida de la fiscal Zoraida Ávalos, la colaboración eficaz y cómo le “cortaron los brazos” a este mecanismo, entre otros.
¿Deberíamos subir la Remunicación Mínima Vital?
El tema de la remuneración mínima vital (RMV) ha estado sobre la mesa en las últimas semanas. Desde los trabajadores que piden un aumento hasta un Ministerio de Trabajo (MTPE) que espera que cualquier incremento “no sea arbitrario y sin fechas previstas”.
El exministro de Economía, Waldo Mendoza, comentó que de 100 trabajos que analicen una posible alza de la RMV, al menos 85 consideran que “una elevación del salario mínimo encarece el costo de la mano de obra y probablemente los empleadores van a preferir el despido”.
Aunque para el economista aumentar la RMV no es una buena idea, consideró que se podría justificar un estudio para evaluar una elevación ligera si ese salario mínimo ha perdido poder de compra de manera importante.
“Con una inflación alta, el salario mínimo real se deteriora. En ese caso justificaría una elevación, pero ligera. Un estudio para compensar la pérdida del poder adquisitivo tendría algún sentido, pero recordemos que es un salario que afecta a una parte muy pequeña de la población laboral en el Perú”, comentó durante la entrevista.