El Banco Central de Reserva (BCR) no subió su tasa el jueves pasado, decisión inesperada por gran parte de analistas. Siendo esta la referencia para las demás tasas del sistema financiero, cabe preguntarse ¿qué les espera al costo de financiamiento para empresas y personas en los próximos meses?
Tras 18 aumentos consecutivos desde agosto del 2021, la tasa del banco central permaneció en 7.75%. La pausa, sin embargo, no significa necesariamente un fin del ciclo de aumento de tasas, según indicó el banco en su comunicado.
El economista especializado en banca y finanzas, Sergio Urday, indicó que, si bien la tasa clave del BCR es la referencia de las demás tasas del sistema financiero, las más sensibles son las de corto plazo corporativas y a grandes empresas, y también las hipotecarias.
Y explicó que en estos segmentos se vería estabilidad al menos en el corto plazo, y hacia adelante si no hay más aumentos en la tasa de referencia.
“Para los segmentos mayoristas de gran empresa, mediana o corporativo, y los hipotecarios, que son bastante competitivos, el costo de fondeo es un componente importante. Con una pausa en esta (tasa de referencia), debería hacer que esas tasas (de los créditos mayoristas e hipotecarios) se mantengan estables”, apuntó.
LEA TAMBIÉN: Tasas de créditos hipotecarios se mantendrían estables en el 2023
El economista jefe del BBVA Research, Hugo Perea, coincidió que son estas tasas las que reaccionan más a los movimientos de política monetaria. Sin embargo, señaló que hay otros factores que influyen en su trayectoria.
“La tasa del BCR es un referencial, sobre todo para los tipos de interés de mas corto plazo. No obstante, la misma demanda de crédito puede mover estas tasas. Si de un momento a otro se reactiva la inversión, entonces las tasas podrían moverse. Aún no se puede asegurar si estas (tasas mayoristas) estarán estables pese a que el BCR ha tomado una pausa”, anotó.
Del mismo modo, indicó que las tasas de más largo plazo (hipotecarias) también están atadas a cómo vayan los tipos de interés de los bonos soberanos, en particular de 10 años (que sirve como referencia).
Otras tasas no necesariamente se mantendrían estables
Para las tasas minoristas, como las dirigidas a las mypes y de consumo, Perea mencionó, que si bien hay influencia de la tasa del BCR, estas responden más a factores vinculados al ciclo económico.
En particular mencionó que la evolución de estas tasas estará sujeta a cómo se vaya percibiendo el mercado laboral y el normal desenvolvimiento de las actividades económicas.
“Los créditos de consumo o a las mypes reaccionan menos (a la tasa de referencia). En este tipo de tasas se tiene en cuenta el nivel de riesgo (de crédito), y otros elementos que den información sobre cómo está la economía o si se está creando empleo. Los bancos siempre actúan si eventualmente se está en una situación de menos crecimiento económico”, apuntó.
Urday coincidió con este punto y señaló que hacia adelante podrían esperar más presiones en las tasas a micro y pequeña empresas, y aquellas dirigidas al consumo.
Explicó que el entorno de protestas suma costos operativos (costos para administrar el crédito) y de riesgo de crédito (riesgo de que no se pague el crédito), factores de alta ponderación en la composición de las tasas antes mencionadas.
El economista destacó que las empresas de menor tamaño tienen menos “espalda” para poder sobrellevar el entorno de volatilidad social (más riesgo para pagar créditos). Del mismo modo, los bloqueos y paralizaciones hacen más difícil “colocar” los créditos (aumentan costos operativos), situación que ya habría sido advertida anteriormente por microfinancieras.
“En los segmentos minoristas podríamos ver presiones al alza, pese a lo que suceda con la tasa del BCR. En estos créditos, sea consumo y mypes, hablamos de tasas promedio de más del 30%. Esto es por los costos operativos y el riesgo de crédito, y en menor medida por lo que pase con la tasa de referencia. Si la referencia sube en 0.25 puntos es un cambio ínfimo para estas tasas (minoristas) ya elevadas. Con el estallido social, y paralizaciones de las últimas semanas, se golpearon costos operativos por un lado, y también en el riesgo de crédito, pues no se está desplegando normalmente la actividad económica, ventas y empleo”, dijo a Gestión.
Agregó que las tasas minoristas no deberían tener presiones al alza en condiciones normales desde lo social y político.
“Es difícil proyectar si no sabemos cuánto durará todo esto (protestas). Sin embargo, se podría decir por ahora que, si no fuera por las protestas, no habría ningún factor que presione al alza (a las tasas). Incluso en la segunda parte del año se cuenta aún que el BCR empezaría a bajar su tasa clave, liberando algo de presión”, indicó.
LEA TAMBIÉN: Cajas restringirán créditos si no reciben apoyo del Gobierno
Dato
- A excepción de las tasas a microempresas, los demás segmentos de crédito superaron su promedio histórico (desde setiembre del 2010), según datos del BCR.