S&P Global Ratings dijo el martes que la tendencia de riesgo económico del Perú es negativa, reflejando los riesgos a la baja sobre el crecimiento y las inversiones debido a la continua volatilidad política en medio de una recuperación en curso por los efectos de la pandemia.
La agencia de calificación de riesgo crediticio pronosticó que el producto bruto interno (PBI) del Perú crecerá alrededor de 2.2% en el 2022, luego de un repunte de 13.3% en el 2021 tras una fuerte caída debido a la pandemia en el 2020.
“Debido a la inestabilidad política, creemos que los inversionistas probablemente se mantendrán más cautelosos, lo que resultará en un escaso crecimiento del PBI en los próximos dos años”, subrayó S&P.
En este contexto, el crecimiento económico moderado y la inflación y las tasas de interés más altas seguirán lastrando la calidad de los activos de la banca, aunque algo mitigados por mayores provisiones y prácticas conservadoras de evaluación de riesgos, agregó.
Además, alrededor del 8% de la cartera crediticia del sistema se encuentra bajo programas garantizados por el Gobierno peruano.
El Banco Central de Reserva (BCR) y la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), que regula los bancos y las aseguradoras, son muy activos, explicó S&P. “La rentabilidad se está recuperando tras el impacto de la pandemia, y creemos que el sistema financiero tiene métricas de capital saludables y una mezcla de financiación diversificada con una participación significativa de depósitos de clientes leales”.
“También consideramos que el Gobierno tiene la capacidad de proporcionar liquidez si es necesario. La ley de topes a las tasas de interés de los préstamos y cargos de eliminación por morosidad no erosionó la rentabilidad de los bancos, pero medidas similares adicionales podrían debilitar la dinámica competitiva del sistema”, recalcó en un comunicado.
“La tendencia de riesgo económico del Perú es negativa, lo que refleja los riesgos a la baja sobre el crecimiento y las inversiones debido a la continua volatilidad política en medio de la recuperación en curso debido a los efectos de la pandemia”, dijo hoy.
S&P anunció que podría ablandar su evaluación del riesgo económico de BICRA si los acontecimientos políticos en curso reducen significativamente la resiliencia de la economía, afectando el desempeño operativo y la calidad de los activos de los bancos. “También monitorearemos si los retiros adicionales de fondos de pensiones tienen implicaciones para el sector bancario”, comentó.
De materializarse la tendencia negativa del riesgo económico, el punto de partida (ancla) al momento de asignar una calificación a una institución financiera que opera en Perú seguiría siendo ‘bbb-’.
“Sin embargo, el puntaje de riesgo económico más alto, que calibra las ponderaciones de riesgo para nuestro marco de capital ajustado por riesgo (RAC), podría generar cargos de riesgo más altos y, por lo tanto, reducir los índices de RAC para algunas instituciones financieras que operan en el país. Esto afectaría los perfiles crediticios individuales (SACP) y/o nuestras calificaciones de estas entidades”, aclaró.
En opinión de S&P, la tendencia del riesgo de la banca peruana se mantiene estable.
“Esperamos que la estructura de financiación de la banca peruana se mantenga saludable y que su regulador y banco central continúen introduciendo la regulación de manera proactiva según sea necesario, mientras se alejan de las medidas introducidas para contener el impacto de la pandemia en el sistema financiero. También esperamos que la rentabilidad se mantenga resistente y continúe recuperándose a los niveles previos a la pandemia”, concluyó.