La crisis del COVID-19 ha generado un impacto importante en nuestra economía y bienestar social. Esto se refleja en el sector real de la economía como la producción, consumo y el empleo, pero también en el sector financiero y monetario, en el que se encuentra el tipo de cambio. Gestión.pe pudo conversar con economista representantes de Intéligo SAB, Scotiabank y BBVA, sobre lo que le depara al tipo de cambio en el segundo semestre del año y cuál es el estimado al cierre del 2020.
Intéligo SAB
Según Luis Eduardo Falen, head de Macroeconomía de Intéligo SAB, el segundo semestre del año el tipo de cambio partirá con una tendencia a la baja, pues se espera que exista un entorno con una pandemia más controlada y la consolidación de la reactivación de muchas economías.
No obstante, producto de las elecciones en Estados Unidos y la guerra comercial entre este país y China (el cual es un tema popular en la campaña de Trump) produciría presiones al alza en el tipo de cambio, el cual cerraría el año en S/3.45.
“Estamos en un contexto en donde todo el mundo espera la reactivación de la economía. De no haber mayores imprevistos el año terminaría con un tipo de cambio de S/3.45, el cual era nuestro estimado inicial. La volatilidad que debe haber durante el año está en niveles adecuados”, afirmó.
Asimismo, señaló Falen, el tipo de cambio no depende en gran medida de lo que suceda en el plano local, sino con eventos relacionados, por ejemplo, con el contexto externo como la guerra comercial.
“Hicimos una estimación sobre la correlación del VIX (índice de volatilidad de mercados financieros) con el tipo de cambio, la cual es alta. Nuestro tipo de cambio no se ve afectado tanto por lo que suceda a nivel interno, sino por la volatilidad que hay afuera. Cuando la incertidumbre de los mercados financieros es mayor su relación con el tipo de cambio es más fuerte”, indicó
Además, indicó el representante de Intéligo SAB, el BCR ha tenido un desempeño importante en medio de la crisis para estabilizar el tipo de cambio. Esto se refleja en las intervenciones como, por ejemplo, swaps cambiarios, lo cual asegura un entorno financiero favorable con una moneda estable dentro de la región.
Scotiabank
Mario Guerrero, analista senior del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, indicó que se espera que el año cierre con un tipo de cambio alrededor de S/3.45. Esto se explica por tres razones fundamentales.
En primer lugar, señaló Guerrero, desde el inicio de la crisis los precios de los comodities no se han visto “golpeados” e incluso están en niveles mayores a los registrados antes de la mitad de marzo. Ante ello, se espera que haya un impacto reducido en el superavit comercial.
En el mismo sentido, se espera que esta situación se vaya afianzando con la recuperación de China, lo cual propiciaría flujos de capitales hacia el Perú y presionaría a la baja el tipo de cambio.
“Por ese lado el shock está acotado y el tipo de cambio refleja esto. En el neto aún acumulamos superavit comercial en términos anuales, pues desde que se declaró la pandemia los precios de metales como el oro, cobre y zinc han subido”, indicó.
En segundo lugar, mencionó Guerrero, si bien la crisis ha traído incertidumbre en los inversionistas y su posición en los países emergentes, lo cual termina en acciones de refugio en activos como el oro y dolar, en el Perú no ha habido gran desprendimiento de los inversionistas con respecto a sus activos. Esto acota el impacto en el tipo de cambio; es decir, no genera presiones al alza.
“En el caso de Perú la mayoría de inversiones desde el extranjero no está en acciones, sino en bonos soberanos. Los datos muestran que no ha habido un desprendimiento de este tipo de activos (bonos soberanos). Esto genera más confianza en los mercados internacionales, pues ven un atractivo en los activos peruanos como se reflejó en la emisión de abril”, señaló,
El tercer factor, comentó Guerrero, es el papel del banco central, el cual no se ha mantenido ajeno a la crisis y ha estado afianzado la estabilidad cambiaria. El BCR ha desplegado instrumentos para evitar movimientos bruscos del tipo de cambio y mantener las condiciones financieras.
“En este periodo de pandemia, uno de las aristas mejor trabajadas ha sido el de la condiciones financieras. Con esto nos referimos, además de la provisión de liquidez y tasa de interés, tomar las acciones para mantener el tipo de cambio estable y que sea el menos volátil dentro de la región”, afirmó.
Se espera, señaló Guerrero, que este contexto se mantenga en el segundo semestre del año en conjunto con una reactivación paulatina de las economías, por lo que la proyección no se ha modificado a la del inicio del año (S/ 3.45).
Sin embargo, es importante acotar que la proyección tiende más al S/3.45 por el factor estacional producto del proceso electoral (elecciones 2021), el cual empieza meses antes de la elección, generando incertidumbre desde entonces y presionando al alza el tipo de cambio.
Con respecto al tema de la guerra comercial y elecciones en Estados Unidos, según Guerrero, son factores que pueden generar algo de volatilidad en el corto plazo, pero que no cambiarían la dirección del tipo de cambio.
BBVA
Según Hugo Perea, Economista Jefe para Perú de BBVA Research, se espera que hacia finales del año el tipo de cambio se ubique en un rango de S/3.35 y S/3.40. Es decir, que la moneda tenga una ligera tendencia a apreciarse.
Esto sería explicado, en principio, debido a que a partir del segundo semestre en un entorno de menor aversión al riesgo y con un sentimiento más positivo hacia los mercados, los inversionistas internacionales quieran posicionarse o recuperar posiciones en las economías emergentes.
Entre los países emergentes, el Perú esta bien posicionado, por lo que sería uno de los primeros beneficiados de la próxima entrada de capitales para inversiones de cartera o de portafolio en la segunda parte del año, lo cual presionaria a la baja el tipo de cambio.
“Hemos visto una mejora en cuanto a la salida de capitales de economías emergentes que ha habido desde marzo y esperamos que este tendencia se acentúe en el segundo semestre; es decir, que los inversionistas empiecen a buscar nuevamente invertir en economías emergentes generando así influjos de capitales hacia estas”, indicó
Otro efecto en cuanto a entrada de capitales vendría por parte de la liquidación de activos en el exterior por parte de las AFP para atender el retiro de los aportantes, lo cual generarían influjos de capitales producto de esta venta. La entrada de capitales presionaría también al tipo de cambio a la baja, mencionó Perea.
Como un tercer factor, señaló el representante de BBVA, es que se espera que hay un superavit comercial, lo cual implicará flujos de dólares hacia a la economía. Esto se explicaría en parte por los menores precios de importaciones como el petróleo y la recuperación de exportaciones tradicionales, comentó Perea.
“Se es que haya presiones a la baja del tipo de cambio en un entorno en el que pandemia empieza a ceder a nivel global”, indicó.
Por otro lado, con respecto a las elecciones del 2021, si este se desarrolla sin mayor desorden o no generar mucho “ruido”, no habría gran impacto por el lado cambiario, comentó Perea.