Ante el aislamiento social decretado como parte del estado de emergencia nacional para contener el avance del covid-19, el sector construcción también se inmovilizó.
Y como consecuencia, el desarrollo del mercado de oficinas sería impactado, reportó Cushman & Wakefield.
Denise Vargas, Market Research Coordinator – Perú de dicha firma de servicios inmobiliarios, recordó que la proyección para los siguientes tres años apuntaba al ingreso de 151,842 m2 de oficinas de clase A en Lima.
Y si bien tal estimado ya era 56% menor a la superficie que se incorporó en los últimos tres años (más de 300,000 m2), la situación podría ser peor.
“La expectativa es que la actual situación haga que la fecha de entrega de algunos proyectos se retrase y parte de los metros cuadrados proyectados para el 2020 se retrasarían para el 2021”, comentó la ejecutiva a Gestión.
Asimismo, explicó que las empresas que contemplaban un plan de mudanza (cambio de ubicación o expansión) podrían revaluar esta opción y trasladar la toma de decisión para el próximo año.
“Esta revaluación también podría considerar cambios en los esquemas de trabajo actuales (espacio requerido), lo que puede implicar una mejora de la productividad o algún ahorro sustancial en el costo total de alquiler”, mencionó.
Alternativa de inversión
En coyunturas de incertidumbre como las actuales, Vargas sostuvo que las inversiones realizadas en fideicomisos de titulización para inversión en renta de bienes raíces (Fibras) cuentan con respaldo de contratos de alquiler.
Así, indicó, dichos instrumentos tienen un comportamiento menos volátil.