La comisión de Economía del Congreso pronto debatirá un proyecto de ley de Perú Libre que busca crear un “impuesto a la facturación extraordinaria por recursos no renovables” o, en otras palabras, un impuesto a las “sobreganancias” generadas en exportaciones mineras.
De acuerdo con el proyecto, se calcularía un precio base de exportación en base a índices y promedios de precios de ejercicios anteriores. Luego de ello, cuando se realice una venta por exportación que tenga un precio mayor al índice calculado, se entenderá que el excedente es una sobreganancia y se aplicará el nuevo tributo a dicho monto.
Al respecto, Jorge Dávila, socio del estudio Olaechea, señaló que dicho impuesto “afectaría a renta que ya se encuentra gravada por otro tributo y podría inclusive ir contra el principio de capacidad contributiva y de no confiscatoriedad”.
Adicionalmente, explica que, al aplicarse el impuesto a los ingresos y no a la renta neta de la transacción, se terminaría afectando el patrimonio real de la empresa.
Al respecto, cabe indicar que la renta neta puede llegar a ser un monto mucho menor que el ingreso percibido y es sobre lo cual usualmente se tributa.
Dávila indicó que, aún si se modifica dicho punto y se especifica que recaiga sobre los ingresos netos de la sobreganancia “existirían dos impuestos sobre lo mismo y eso no puede ser. La minería ya tributa y tributa bastante”.
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Afectación en el plano internacional
“El Fondo Monetario Internacional hizo un estudio sobre la reforma tributaria donde dijo que no hay mucho mayor espacio para cambio en el sector minero y que toda reforma tendría un efecto negativo en la competitividad de las empresas”, agrega Dávila, quien señala que el proyecto podría terminar perjudicando la posición de las mineras peruanas en el ámbito internacional, así como su capacidad contributiva.
“Antes de pensar en nuevos impuestos, este gobierno tiene un enorme pasivo en el uso eficiente del gasto público, la elección de funcionarios probos, y lucha contra la corrupción, aunque a estas alturas, ello parezca pedir mucho”, recalcó.
Anteriormente, el ministro de economía, Kurt Burneo, señaló que no había planes para implementar medidas como las propuestas por el proyecto de ley, indicando que “Subir las tasas impositivas (...) sería dispararse al pie” en un contexto de reactivación económica.
Al respecto, Carlos Gálvez, director de la Sociedad Nacional de Minería, Petroleo y Energía (SNMPE), y expresidente del mismo gremio, señaló que “estamos en el límite de la competitividad” y que la introducción de un impuesto adicional “nos sacaría de la competencia, haciéndonos incapaces de estar al mismo nivel que Canadá, Chile o Australia”.
“Estamos en un momento de inestabilidad política y social, así como conflictividad social. La producción, a pesar de haberse incrementando el número de operaciones mineras, está decreciendo, y existen otros proyectos que se han postergado. En esas circunstancias, hablar de más impuestos es pedir que no haya más inversión. Es un sinsentido, a menos que el objetivo sea que no haya más inversión”, agregó Gálvez.